Ser inteligente puede salvar vidas, y Sammy Green, de 10 años, del estado estadounidense de Pensilvania, lo ha experimentado de primera mano. Cuando Sammy salió de la escuela el viernes pasado y se dirigía a su casa, notó que lo seguía una mujer desconocida. El niño no dudó ni un segundo y se dirigió a una tienda cercana. Allí le pidió a la cajera que se hiciera pasar por su madre. De esa manera, Sammy pudo evitar lo que podría haber sido su propio secuestro.
ttn-es-34