En ningún otro lugar se ven tan claramente las huellas de la abundante lluvia como en las dunas. El Parque Nacional Zuid-Kennemerland, aproximadamente la zona entre Haarlem y la costa, es casi irreconocible.
La buena noticia es que la abundancia de agua no supone una amenaza para la naturaleza. Las dunas son muy resistentes a los extremos. La mala noticia es que los visitantes eligen su propio camino debido a los senderos cerrados para ciclistas y peatones. Las aves sufrirán esto, especialmente durante la temporada de reproducción. Por eso el guardabosques Walter Oosterom de PWN grita desde el corazón: «Vamos a adaptarnos un poco, solo estamos de visita».
Mire a continuación las imágenes aéreas del agua en las dunas y de los caminantes y ciclistas que intentan encontrar su camino hasta allí.