Como padre de dos hijas, a Ilan Sluis le pareció trivial que el alcalde de Haarlem no quisiera hablar de pandilla cuando se trata de un grupo de jóvenes intimidantes y a veces violentos en motos gordas. Casi 1.500 padres más firmaron su petición pidiendo a Wienen que se tome el problema en serio. “Te preocupa que tu hija se enfrente a diez o veinte jóvenes que la acosan”.
Al presentar la petición, el alcalde José Wienen mantiene su postura de que no se trata de una banda criminal. Pero dice que quiere hacer todo lo posible para abordar los problemas causados por los jóvenes, como indicó en una entrevista anterior. Necesita más notificaciones para esto, dice.
Ilan Sluis es uno de los padres que se ha unido a un grupo de personas en una aplicación que se mantienen informados sobre los incidentes. Ha decidido expresar sus emociones en nombre del grupo una vez, para llamar la atención sobre los problemas que aún están sucediendo.
Carta al alcalde Jos Wienen
Nuestra querida Haarlem y sus alrededores están plagadas desde hace meses de graves incidentes de violencia por parte de (grupos de) jóvenes. Por conveniencia, los llamaré simplemente ‘bandas de motociclistas gordos’. Pero no sólo se producen con regularidad incidentes de violencia, intimidación en la calle y amenazas de diversas formas, sino también muy graves.
Esto ha generado gran miedo, ira e impotencia, especialmente entre los padres y sus hijos. La situación también tiene un profundo impacto en la vida cotidiana de muchas familias. Los niños reciben equipos de seguridad, desde botones de alarma, laca para el cabello hasta spray de pimienta, ya no se les permite ir solos en bicicleta a clases de música o entrenamiento deportivo, por ejemplo, y ya no se les permite jugar afuera después del anochecer. Todo esto por miedo a que los niños tengan que lidiar con estos jóvenes.
Pero los propios jóvenes también tienen miedo. Algunos ya no se atreven a pasear a su perro, otros han tenido que lidiar ellos mismos con la violencia y están tan traumatizados que ya no se atreven a salir de casa. Y ni siquiera hablo de aquellos que quedan marcados de por vida porque, por ejemplo, les faltan dientes después de haber sido gravemente mutilados.
“Los jóvenes que han tenido que afrontarlo no se atreven a salir de casa durante semanas”
Vea aquí la explicación del preocupado padre Ilan Sluis sobre la presentación de la petición con 1.456 firmas al alcalde Jos Wienen.