El Papa Francisco pidió hace unas semanas tolerancia cero y la Iglesia quiere continuar sus esfuerzos para prevenir los abusos. “Hay que garantizar que la Iglesia sea más abierta y responsable en sus estructuras. No se trata de pasar página, sino de una tarea que debemos seguir cumpliendo”, afirmó Mons. Aerts.
Al final del servicio, el obispo Aerts se detuvo ante la estatua de Ingrid Rosschaert, colocada en la catedral para conmemorar a las víctimas de abuso sexual.