La atención pastoral se centra, entre otras cosas, en las propias personas homosexuales. “Queremos estar cerca de ellos en el camino, a veces complejo, de reconocer, aceptar y experimentar positivamente su orientación”, dijeron los obispos. También se presta atención a sus familias y parientes, pero también a la sociedad en general y a la comunidad eclesial, “porque una mejor comprensión puede conducir a una mejor integración”.
Desde hace algún tiempo, se ha prestado más atención a las personas homosexuales dentro de la comunidad eclesiástica, pero los obispos flamencos ahora quieren anclar estructuralmente la participación pastoral. Por eso Willy Bombeek, ex portavoz de Educación Católica de Flandes, ha sido designado como coordinador.
Además, cada diócesis designará a alguien para brindar la misma atención pastoral en el contexto de la pastoral familiar diocesana. “El encuentro con un consejero o consejero pastoral es un vínculo importante para que las personas o parejas homosexuales se integren en la comunidad religiosa”, subrayan los obispos para concluir.