El equipo noruego femenino de relevos de biatlón consiguió la victoria el domingo de forma superior en Hochfilzen. Hubo dos momentos aterradores para Juni Arnekleiv; ambos sucedieron inmediatamente después del tiroteo.
Para ofrecer a los televidentes la mejor imagen posible, las cámaras del campo de tiro están especialmente cerca de los atletas. En el caso de Juni Arnekleiv, el domingo en Hochfilzen la cámara estaba demasiado cerca, demasiado cerca.
La noruega tuvo que ponerse a cubierto después de sus dos sesiones de rodaje para evitar ser golpeada en la cabeza por la cámara sujeta a un brazo telescópico. Esto provocó la ira en el campo noruego por razones comprensibles.
La Asociación de Biatlón saca conclusiones
“Espero que alguien haya informado de esto. Después de ambas series tuve que agacharme delante de la cámara, que estaba a 20 centímetros de mi cara. Fue un poco desagradable”, dijo Arnekleiv a TV2 sobre el trabajo de la cámara.
Los televidentes desconocían el incidente. Los responsables decidieron no difundir la bastante picante escena. Sin embargo, el director de eventos de la IBU, Daniel Böhm, anunció las consecuencias después de la carrera.
“Eso no volverá a pasar”
“La cámara estaba muy cerca de June y tuvo que alejarse. Ya hemos hablado con los jueces del concurso en el campo de tiro y con los responsables de la producción televisiva. Ahora mantendrán una mayor distancia con los atletas”, aseguró Böhm.
Sin embargo, el representante de IBU habló de una línea muy fina para poder ofrecer las mejores imágenes de televisión y transportar la emoción del campo de tiro al salón de casa. “Es un acto de equilibrio. Por un lado queremos buenas fotografías, pero por otro también queremos competiciones seguras y justas. Tenemos que mantener la distancia necesaria. [zwischen Kamera und Athleten] tener. Se informa a la producción de televisión. No volverá a suceder”, afirmó Böhm.