Ibra llama, Morata dice que sí: puede estar en Milán el lunes


Zlatan llamó al delantero español y le explicó que todos en el conjunto rossoneri le consideran el refuerzo adecuado por sus características técnico-tácticas, pero también humanas. Sólo quedan por definir algunos detalles del contrato

Periodista

9 de julio – 23.15 h – MILÁN

Una llamada alarga tu vida. Como decía un famoso anuncio de televisión hace unos años. En el caso de Álvaro Morata, una llamada, la recibida de Zlatan Ibrahimovic, está destinada a cambiar su carrera. Porque el sueco, principal asesor de Cardinale desde el pasado diciembre, le convenció para que abandonara el Atlético de Madrid, vistiera la camiseta del Milan y regresara a Italia, tierra natal de su esposa Alice. No vivirá en su amado Turín, donde pasó los años en la Juventus, pero no tendrá dificultades para adaptarse a Milán. También había barajado la idea de establecerse en la capital de Lombardía el verano pasado, cuando el Inter lo cortejaba (además de los intereses de la Juventus y la Roma). Ahora el traslado a Lombardía se hará realidad gracias a la promesa hecha al técnico sueco, en busca del delantero ideal tras el humo negro de los encargos con el agente de Zirkzee.

morata, un valor añadido para el Milán

Desde la perspectiva de las decisiones que se toman colegiadamente en la vía Aldo Rossi, tener de tu lado a un ex campeón conocido en todo el planeta como Ibra da una ventaja indudable. Porque si Furlani fue y es importante para cerrar el segundo balance consecutivo con resultados positivos y Moncada tiene ojo para encontrar elementos funcionales para el proyecto a precios asequibles, Ibrahimovic por su parte tiene fuerza para influir en la decisión de antiguos compañeros que quizás también lo tuvieron como ídolo en el pasado. El capitán español había jurado su confianza en el Atlético a través de las redes sociales hace ocho días, cuando rechazó una rica oferta de Arabia Saudí («No me imagino lo que será ganar con esta camiseta y no pararé hasta tener triunfar») , entonces evidentemente sonó el teléfono y Zlatan hizo… su trabajo, explicándole que todos en Milanello lo consideran el refuerzo adecuado por sus características técnico-tácticas, pero también humanas. En segunda instancia, Fonseca también echó una mano a Ibra porque Álvaro, que no siempre se sintió central en el proyecto táctico de Simeone, necesitaba tranquilidad por parte del técnico portugués. Habiéndolos obtenido también, se prometió a Milán. Quedan por definir algunos detalles sobre el acuerdo económico con el jugador: el Milan le ha ofrecido un contrato de tres años por un valor de cuatro millones netos por temporada, más primas, mientras que el madrileño de 31 años pide cuatro millones acuerdo de un año, es decir, un acuerdo hasta 2028, por una cifra superior, unos cinco millones. Ahora cobra cinco y medio hasta 2026 y como sabe que el del Diablo será probablemente el último contrato «pesado» de su carrera, apunta a sacar el máximo y no volver a moverse nunca más.

Los siete días de impago en Milán

La actual diferencia entre oferta y demanda en materia salarial no pondrá en peligro el acuerdo si el atacante, al finalizar la Eurocopa, confirma su decisión de abandonar Madrid para regresar a Italia. Una elección que parece obvia tras su exabrupto del lunes («En España no hay respeto, me cuesta mucho ser feliz en mi país») y el de su mujer Alice ayer en Instagram. En cualquier caso, el salario de Morata respetará los parámetros de Via Aldo Rossi que fijaba el tope en 6,5 millones netos los que percibe Leao. Y también en cuanto al coste de la etiqueta, la cifra es asequible dado que Álvaro tiene una cláusula de rescisión de trece millones que se puede activar durante el mercado de fichajes de verano. No hay ventana del 1 al 15 de julio o del 1 al 31 de julio. Por eso la dirección rossoneri no tiene prisa. Dicho esto, Ibrahimovic dictó la línea durante una rueda de prensa el lunes, cuando le señaló que la afición quiere al nuevo delantero. «Dios no creó el mundo en un día. Fueron siete días y este es el primero», subrayó con una sonrisa pintada en su rostro. El tiempo expira el domingo, cuando está prevista la final de la Eurocopa, y entonces Morata se irá de vacaciones. Pero primero quiere haber definido el futuro. Con una llamada al Atlético para comunicar su voluntad a los colchoneros. En ese momento sólo faltará iniciar el traspaso y el Milan tendrá a su atacante.





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