IBM actualizado su hoja de ruta que presenta todos sus próximos proyectos cuánticos. El informático recordó este martes 10 de mayo que quiere estar a la vanguardia de las tecnologías cuánticas. Después de presumir a finales de 2021 de ofrecer el procesador cuántico más potente, ahora tiene como objetivo desarrollar un superordenador cuántico para 2025. Este dispositivo con una potencia de cálculo de 4.000 qubits permitiría ampliar todas las aplicaciones posibles gracias a la cuántica.
Un proyecto en varias etapas
La última hazaña de computación cuántica de IBM es su procesador Eagle de 127 qubits. Junto con el kit de desarrollo Qiskit, hecho de código abierto por IBM en 2021, este componente ya ofrece a los desarrolladores la posibilidad de realizar cálculos cuánticos avanzados con conocimientos básicos. Esto permite, por ejemplo, modelar moléculas con una precisión inigualable, lo que es muy útil para el diseño de fármacos. El gigante informático quiere ir más allá lanzando su superordenador para ampliar el campo de posibilidades.
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Esta supercomputadora cuántica, que tendría una potencia de cómputo de 4000 qubits, llegará en 2025. Su proceso de diseño se realizará en varias etapas. El primer objetivo de IBM es diseñar primero su chip Osprey de 433 qubits, que verá la luz en 2022. Este componente sienta las bases del diseño de otro chip aún más potente: Condor. Tiene una potencia de 1000 qubits y llegará en 2023.
Esta búsqueda de poder es un paso intermedio para la creación de la supercomputadora cuántica. Estos procesadores cada vez más potentes permitirán a IBM diseñar circuitos cuánticos más largos para aumentar la velocidad de procesamiento de la computadora. Esta velocidad, medida en CLOPS (operaciones de capa de circuito por segundo), debería aumentar de 2.900 a 10.000 operaciones por segundo para 2025. Esta unidad, introducido por IBM en 2021mide la velocidad a la que los procesadores cuánticos pueden activar chips en un circuito cuántico.
Aplicaciones en muchos campos
Para lograr esta hazaña, IBM planea unir varios procesadores cuánticos en un circuito, tanto en paralelo como en serie. El objetivo de este paso es minimizar el riesgo de error y coordinar mejor los procesadores entre ellos. Estos son dos requisitos previos para operar las computadoras cuánticas del mañana.
A partir de ahí, el proceso de diseño de la supercomputadora cuántica tomará una forma más concreta. IBM desarrollará acopladores de chips que conectarán varios chips para crear un procesador más grande. Luego, estos nuevos procesadores se conectarán a su vez con otros a través de comunicaciones cuánticas. De esta forma, entrenarán un procesador cada vez más grande hasta conseguir la supercomputadora de 4000 qubits.
Las aplicaciones que una máquina de este tipo hace posible van más allá de lo que se puede hacer hoy en día con una supercomputadora convencional”. Para 2025, los desarrolladores podrán explorar usos cuánticos en aprendizaje automático, optimización, finanzas, ciencias naturales y más. explica Jay Gambetta, investigador de IBM. La computación cuántica debería jugar un papel importante en los desafíos del mañana. Podría ayudar a diseñar baterías o medicamentos, pero también tiene usos aún por descubrir.