Ian (5) es sordo y espera durante horas en el patio del colegio un taxi que no llega


Evita Warmenhoven de Breda ha perdido completamente la confianza en la empresa de transporte Connexxion. Su hijo Ian, de 5 años, va todos los días en taxi a la escuela en Rotterdam porque es sordo y tiene problemas de aprendizaje. La semana pasada el taxi siempre llegaba tarde. Pero el martes, después de la escuela, no apareció ninguna camioneta para recoger a Ian. “Estuvo horas ahí parado en el patio del colegio”, dice furiosa Evita.

Foto de perfil de Jan Waalen

Ella es uno de los muchos padres que llevan días inquietos por el mal transporte de los niños. Connexxion tiene problemas con la planificación, por lo que los niños son llevados o recogidos demasiado tarde o no llegan.

El año pasado, según Evita, no hubo ningún problema. Luego, otra empresa de taxis recogió a su hijo y todo salió casi sin problemas. Ian siempre tuvo el mismo conductor y había desarrollado una relación con él. Pero desde este año escolar el municipio de Breda colabora con Connexxion y, según Evita, esa empresa está haciendo un lío.

“La primera semana lo recogió demasiado tarde y cada vez un conductor diferente”, afirma Evita. Las clases empiezan a las nueve menos cuarto, pero a veces Ian no llegaba hasta las diez. “Por este motivo ya ha echado de menos terapia del habla y fisioterapia”, afirma.

«He decidido dejarlo en casa para evitar aún más estrés».

El martes, el taxi ni siquiera apareció, mientras Ian esperaba en el patio de la escuela. “A los 45 minutos me llamó la profesora para decirme que el taxi no estaba y que ya no venía. Estaba tan enfadada, ¿por qué dejas a mi hijo allí?», dice Evita. Por eso, después del trabajo, fue a Róterdam a recogerlo. Mientras tanto, los profesores se quedaron con Ian. «Al final, sólo estuvimos en casa a las media hora. Pasadas las seis.

Cuando las cosas volvieron a torcerse el miércoles, Evita se cansó. Luego su hijo no regresó a casa hasta horas después de que terminaron las clases. “No sabía dónde estaba mi hijo. La web de Connexxion donde pude ver dónde está no funcionó. Intenté llamarlos, pero no pude comunicarme».

La falta de claridad en torno al transporte en taxi supone una pesada carga para Ian. El chico necesita mucha estructura. Lo recibe en la escuela de Rotterdam. Pero no puede afrontar las incertidumbres que rodean al transporte en taxi. “Ya no quiere tomar un taxi”, dice Evita. «He decidido dejarlo en casa el jueves para evitar aún más estrés para él y para nosotros».

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