Chat-GPT, Dall-E, Midjourney… El número de inteligencia artificial (IA) generativa se ha disparado durante el último año. A finales de noviembre de 2022, la empresa estadounidense OpenAI lanzó al público en general su chatbot ChatGPT. Muy potente, esta IA capaz de discutir y generar todo tipo de contenidos escritos disfrutó rápidamente de un éxito mundial. Tanto es así que tanto las empresas emergentes como los gigantes tecnológicos han acelerado o se han embarcado en el desarrollo de la inteligencia artificial este año. El mundo del trabajo también promete verse alterado por esta tecnología, ya que el aumento de productividad es enorme. Una revolución acompañada de su cuota de riesgos, tanto tecnológicos como sociales. Después de un año de intensa carrera global, Siècle Digital decidió hacer balance con Nicolas Cavallo, director de IA generativa de Octo Technology.
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IA generativa, “un gran poder”
“ Seré honesto, es impresionante incluso para las personas que han estado en esta industria por un tiempo. » admite Nicolás Cavallo. “ Todos quedamos impresionados el año pasado con el lanzamiento de ChatGPT, ya que capacitamos a las personas en estos modelos. », añade quien también es consultor. La inteligencia artificial tiene su origen hace 70 años, pero todo se ha acelerado desde 2016 y 2017, en particular gracias a Google y su filial DeepMind, y luego gracias a OpenAI. Esta última empresa se está convirtiendo rápidamente en líder de este sector, apoyada por Microsoft y sus decenas de miles de millones de dólares. Hoy en día el número de competidores sigue aumentando.
Como la start-up Anthropic, apoyada por Amazon y Google, para la que el crecimiento joven es una manera de alcanzar a Microsoft. Asociaciones e inversiones que demuestran que la IA se ha convertido en una verdadera industria. Entre 2022 y 2027, GolbalData pronostica un crecimiento anual promedio del 80% para el mercado global de IA generativa. En cinco años, podría generar 33.000 millones de dólares de facturación en todo el mundo. No sólo se trata de cuestiones económicas, sino también sociales. Un estudio de Harvard sugiere un aumento de la productividad de hasta un 40%. “ Vemos los impactos reales. De la noche a la mañana, toda la sociedad, los niños, los padres, los abuelos, todos los sectores, las empresas, están utilizando o han utilizado la inteligencia artificial. », estima el especialista.
Se espera que aumenten los despidos de trabajadores a favor de la IA. Detrás de esta revolución también hay cuestiones de seguridad. Los estafadores y piratas informáticos utilizan estas IA con malos propósitos. Chatbots falsos para estafar a los internautas, mejora de los ciberataques, los riesgos son innumerables. En tal contexto, las regulaciones parecen más que necesarias. Así, las iniciativas se multiplican: el G7 ha adoptado un código de conducta voluntario, Estados Unidos ha desarrollado un marco inicial y la Ley Europea de IA está en su fase final de negociación. “ Las cuestiones regulatorias son obvias. Ahí nos encontramos con algo que tiene un gran poder, que conlleva grandes responsabilidades detrás. », advirtió Nicolás Cavallo.