Los ladrones de bronce han atacado en Bergeijk. Dos estatuas fueron cortadas de su pedestal este fin de semana y se las llevaron. Se trata de Cat Dance y The Last Nun. Hay una gran indignación en el pueblo.
Devastado, Jack van Bommel muestra el pedestal vacío en su patio delantero. “Estaba aquí, la estatua de una monja. Pero ha desaparecido, solo el pedestal sigue allí”.
Jack volvió de vacaciones el domingo. Entonces la estatua de bronce, que se hizo cuando compró el antiguo monasterio en Bergeijk, había desaparecido. “Creo que es muy malo. Me desveló. Hay bastante emoción detrás, porque fue hecho especialmente hace 32 años para la compra de esta propiedad. Se ha incluido un pedazo de historia”.
“Hoy en día no dejan nada en paz, nada de nada”.
Probablemente a los ladrones solo les importaba el bronce, porque no eran precisamente gentiles. Jack señala: “Mira, el afilado todavía está en el pedestal. Puedes ver claramente que la estatua se ha molido en la parte posterior de las piernas. Luego, la estatua se ha roto en la parte delantera. Si fueron los ladrones quienes lo hicieron la estatua, entonces probablemente la habrían tomado con el pedestal”.
Los ladrones también atacaron en el centro del pueblo. La estatua de Cat Dance fue robada aquí. Solo las patas de los gatos bailarines todavía están allí. Y llaman mucho la atención. Una señora dice indignada: “Hoy en día no dejan nada, nada de nada”. Un hombre que pasa también mira sorprendido el pedestal desnudo. “Por un poco de dinero, increíble. Se está convirtiendo en un mundo equivocado”. Una mujer agrega: “¿Y qué se supone que van a hacer con eso? ¡Pandilla de delincuentes!”
El municipio de Bergeijk inicialmente dudó si la estatua había sido robada o retirada para su renovación. Ahora que está claro que el robo está involucrado, el municipio presentará un informe.
“Esperamos que una recompensa convenza a los ladrones de recuperar la estatua”.
Los ladrones en Riethoven probablemente también lo intentaron. A Hans van de Steeg le gustó la estatua que tiene en el jardín delantero junto al pedestal. “Cuando fui a buscar el periódico a las ocho de la mañana del domingo, lo vi. Pero no hicieron caso porque no es bronce sino piedra azul. Eso es muy pesado, así que dejaron la estatua”.
Jack también espera recuperar su imagen. Por eso ofrece una recompensa de quinientos euros. “Con eso esperamos convencer al ladrón o ladrones de que lo traigan de vuelta. Porque la recompensa es el doble del valor material que obtendrán del depósito de chatarra”. Y así, Jack mantiene la esperanza. “Aunque la posibilidad es pequeña, no nos damos por vencidos”.