Hoy finalmente descubrimos qué hay en el tan discutido canon flamenco.

Hace cuatro años, el gobierno flamenco decidió trabajar en un canon flamenco. Debía contener una lista de puntos de anclaje de la historia del área ahora conocida como Flandes. Desde entonces, una comisión independiente, dirigida por el historiador Emmanuel Gerard, ha investigado el proyecto.

Ese comité no solo estaba formado por historiadores. Además del medievalista Jan Dumolyn y el arqueólogo Wim De Clercq (ambos afiliados a la Universidad de Ghent), también participaron, por ejemplo, el filósofo Tinneke Beeckman y el periodista Hind Fraihi.

El resultado de su trabajo es un libro y un sitio web que contiene una lista de personajes, textos, inventos y eventos importantes. El canon consta así de 60 ‘ventanas’, desde las que se contempla un determinado período. Estas ventanas iluminan momentos decisivos del pasado, desde la primera habitación hasta la actualidad.

Crítica

El canon ya ha dado lugar a un debate muy amargo entre los historiadores. Desde el principio, varios académicos se opusieron al concepto, temiendo que el pasado fuera visto demasiado desde una perspectiva nacionalista flamenca. Esa crítica volvió a recogerse el año pasado en un texto muy punzante para la Real Academia Flamenca de Bélgica para las Ciencias y las Artes.

El folleto hablaba de “lo que está en juego en la identidad de la operación y el peligro de manipulación política, la nacionalización de la historia que resulta, el carácter anacrónico y teleológico de tal canon histórico y la forma en que amenaza con restringir la educación histórica”.

El comité canónico se defendió de las críticas señalando su independencia. “Los orígenes, por supuesto, se encuentran en la política, pero los miembros del comité no están ocupados traduciendo un proyecto político en un canon”, dijo el presidente Gerard en una entrevista con La mañana. “Están trabajando desde un punto de vista científico para hacer algo que pueda interesar a los estudiantes y que nos diga algo sobre el pasado de esta región”.

Desde el principio, el canon también agitó el estado de ánimo de la población en general y hubo encuestas sobre qué debería incluirse exactamente. Muchas ideas pasaron en revisión. El ministro flamenco de Turismo, Zuhal Demir (N-VA), también propuso una vez incluir ‘ballekes en salsa de tomate’ en el canon, porque este plato destaca la cultura culinaria flamenca.

Por lo tanto, Flanders sabrá hoy qué ha seleccionado el comité. Según los compiladores, el objetivo del canon es proporcionar a todos los que viven en Flandes un mayor conocimiento sobre el pasado: de esta manera, el canon podría ser de ayuda en la educación o en los cursos de integración cívica.



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