YM fue llevado alrededor de las 11 a.m. del jueves después de que él mismo se hubiera denunciado previamente a la policía en Evere. Allí pidió ayuda psicológica, porque sentía odio por la policía. Tres policías lo escoltaron al hospital de Saint-Luc.
Menos de media hora después, la persona fue evaluada por una enfermera de recepción y orientación para recibir tratamiento adicional en la sala de emergencias. Es entonces cuando los policías abandonaron el hospital “sin avisar nunca al personal de urgencias del peligro que representaba la persona”.
Unos veinte minutos después, una enfermera vino a buscar al hombre a la sala de espera, pero descubrió que se había ido por su propia iniciativa.
“Salió del hospital sin someterse a tratamiento psiquiátrico”, dijo el hospital. “Queremos enfatizar que cada paciente es libre de abandonar el hospital a menos que esté bajo vigilancia policial constante. Pero ese no fue el caso con esta grabación”, se lee en el comunicado que recibió RTBF. “No hemos recibido ninguna instrucción”.
Más tarde el jueves, el hombre atacó una patrulla policial en Schaerbeek y mató a un oficial de policía. Otro oficial resultó herido.