El municipio de Hoogeveen quiere ampliar las reglas de la política de salario mínimo. Las personas que ganan hasta el 120 por ciento del estándar de asistencia social deben poder utilizar planes de salario mínimo como la asistencia social especial y el seguro médico colectivo.
Durante años, Hoogeveen utilizó un límite superior del 110 por ciento. Con el cambio, el municipio espera, entre otras cosas, que las personas que reciben prestaciones no sufran cuando empiecen a trabajar, la llamada trampa de la pobreza.
La trampa de la pobreza se debe al hecho de que a las personas que van a trabajar ya no se les permite utilizar ciertos planes, lo que significa que, en general, están en peor situación. “El principio básico es que el trabajo debe ser rentable y queremos animar a nuestros residentes a trabajar siempre que sea posible”, afirma el municipio.
Hoogeveen ve que cada vez más personas están pasando por momentos difíciles económicamente. “La crisis energética y la elevada inflación de los últimos años demuestran que muchas personas luchan por mantenerse a flote”, escribió el consejo municipal en una carta. “La renta (mínima) y la asistencia social parecen insuficientes para un gran grupo de personas, y las personas con ingresos medios también suelen tener problemas”.
Al ampliar las normas mínimas, el municipio espera aliviar el estrés de los residentes con bajos ingresos y así mejorar la salud. El Consejo de Clientes había aconsejado al municipio ampliar los acuerdos al 120 por ciento.
En Hoogeveen, aproximadamente 2.600 hogares se encuentran actualmente dentro del estándar de los regímenes mínimos. Gracias a la ampliación, se espera que el grupo objetivo crezca entre un 25 y un 30 por ciento hasta 2027. Se espera que este año cueste alrededor de 2,2 millones de euros más. Es parte de un paquete multimillonario más amplio para combatir la pobreza.