La economía de Hong Kong ha entrado en su segunda recesión en tres años debido a que las duras restricciones de la COVID-19 dañaron la reputación del territorio chino como centro financiero internacional.
Los datos oficiales publicados el lunes mostraron que el producto interno bruto de la ciudad se contrajo un 1,4 por ciento en el segundo trimestre de 2022, luego de una caída del 3,9 por ciento en los primeros tres meses. La caída superó una caída prevista del 0,2 por ciento, según economistas encuestados por Bloomberg.
Hong Kong ha seguido una versión de la estrategia «cero-Covid» de Beijing para erradicar el virus, y la ciudad es una de las últimas en el mundo que aún se aferra a la cuarentena hotelera forzosa para los viajeros que llegan.
Las empresas han advertido que las restricciones, que incluyen una serie de medidas de distanciamiento social que han estado vigentes de alguna forma durante más de dos años, las están obligando a establecer más personal fuera de la ciudad, erosionando su estatus como centro comercial y prolongando actividad económica.
Hong Kong sufrió su primera recesión en una década en 2019 después de que las protestas antigubernamentales provocaron una represión por parte de las autoridades y vaciaron la ciudad de turistas, que anteriormente llegaban de China continental en decenas de millones.
Alrededor de 65.000 personas visitaron Hong Kong desde China el año pasado, mostraron datos oficiales, en comparación con 2018, cuando la ciudad recibió a más de 51 millones de turistas del continente.
Iris Pang, economista jefe para la Gran China en ING, pronosticó un crecimiento del PIB para todo el año para la ciudad del 0,7 por ciento luego de las cifras trimestrales peores de lo esperado.
“Eso es bastante horrible. Básicamente, eso sería un crecimiento cercano a cero”, dijo. “Mientras no se reabran las fronteras, el flujo de personas estará bajo presión y habrá una inversión limitada”.
Gary Ng, economista del banco de inversión Natixis, dijo que esperaba un crecimiento del cero por ciento este año. “Incluso si hay un repunte en la segunda mitad del año, es posible que no pueda hacer que la economía regrese a una posición de crecimiento cómoda”, dijo.
La respuesta de Beijing a las protestas, incluida la imposición de una amplia ley de seguridad nacional y la eliminación de la sociedad civil independiente, asustó aún más a los inversores.
El covid profundizó el malestar de la ciudad, provocando un éxodo de locales y expatriados. Los viajes transfronterizos con el continente también han requerido cuarentena, cortando un corredor esencial para la economía local.
Paul Chan, ministro de Finanzas de Hong Kong, dijo el domingo que las subidas de tipos de interés y un panorama económico mundial sombrío se traducirían en una desaceleración de las exportaciones y el consumo en la ciudad. Hong Kong tendría que reducir «inevitablemente» su pronóstico de crecimiento económico anual de 1 a 2 por ciento, agregó Chan.
John Lee, el nuevo director ejecutivo de la ciudad, dijo que el gobierno planeaba acortar el requisito de cuarentena del hotel para las llegadas, que es de al menos siete días.
Pero el gobierno no ha ofrecido ningún detalle para una reapertura total y las propuestas de eventos públicos a gran escala programados para este año no dan ninguna indicación de una relajación total de las restricciones por el covid.
Se espera que el torneo Hong Kong Rugby Sevens, que solía atraer a decenas de miles de espectadores anualmente, se lleve a cabo en noviembre en un formato de «circuito cerrado» para jugadores visitantes, similar a los Juegos Olímpicos de Beijing.
“Sin cambios significativos en el régimen actual, las empresas internacionales seguirán manteniéndose alejadas de Hong Kong, trasladarán sus operaciones a lugares más accesibles y reducirán su presencia en la ciudad”, dijo la Cámara de Comercio de Australia en Hong Kong en una carta abierta reciente.