El domingo terminó una batalla entre hombres armados y autoridades kosovares en un monasterio de Kosovo cerca de la frontera con Serbia. Tres hombres y un oficial murieron y otros cuatro fueron arrestados.
Así lo informó el Ministro del Interior de Kosovo, Xhelal Svecla. Un grupo no identificado con equipo militar había entrado en el norte de Kosovo y se había enzarzado en un tiroteo con la policía.
Los aproximadamente treinta hombres armados se atrincheraron en un monasterio, donde fueron rodeados por la policía. Se produjeron varios tiroteos entre ambos bandos.
Horas antes, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, habló en las redes sociales de un “ataque terrorista”. “El crimen organizado está atacando nuestro país, con apoyo financiero y logístico de funcionarios de Belgrado”, dijo Kurti. Serbia no ha respondido.
En Kosovo, que declaró su independencia en 2008, ha habido tensiones entre los albaneses y los serbios durante años. La región históricamente serbia tiene una mayoría étnica albanesa.
En 1999, los países de la OTAN bombardearon Yugoslavia, lo que obligó a las tropas serbias y a muchos civiles a abandonar la región. Pero en el norte todavía hay una mayoría serbia de unas 120.000 personas que no reconocen la autoridad del gobierno de Pristina.