Choon quería transferir la propiedad del lugar en el cementerio a un miembro de la familia, porque por razones financieras quería elegir que él y su esposa fueran incinerados. Sólo perdió la escritura y se vio obligado a acudir a la policía.
Sin embargo, la policía lo tenía en el expediente como ‘fallecido’, por lo que no fue posible presentar una denuncia. Volver a solicitar el impuesto de circulación también causó problemas. Presentó una denuncia ante el Departamento Nacional de Registro siguiendo el consejo de la policía. Pero su yerno inicialmente no recibió respuesta de la agencia gubernamental. Posteriormente, la organización prometió cambiar el estado de su registro en dos semanas.
“He trabajado en una funeraria durante años, pero nunca pensé que me declararían muerto antes de tiempo. Si mi estado no cambia, temo perder el acceso a mi cuenta bancaria y mis fondos serán congelados”, dijo durante una conferencia de prensa, sobre la que escribe Free Malaysia Today.
A Choon le duele que no haya podido votar en las elecciones locales, lo que le impidió cumplir con su ‘responsabilidad’ como malasio. Su hija descubrió que su comportamiento electoral anterior ya no se podía encontrar en línea, mientras que él acababa de votar durante las elecciones de mayo de 2018.