Los hombres alemanes de hockey están en la final olímpica. Contra una India extremadamente fuerte, los “Honamas” lograron una mínima victoria por 3:2 (2:1) con mucha voluntad y energía. En la final, los “Honamas” se enfrentarán a Holanda el jueves (8 de agosto de 2024, 19 horas).
El equipo indio tuvo un buen comienzo y sorprendió a Alemania, que había tenido un comienzo algo vacilante, con un hockey a toda velocidad. La recompensa: un penalti corner a los dos minutos de juego. Después de todo: el portero Jean-Paul Danneberg pudo hacer una excelente parada con el pie derecho. Pero el siguiente corner corto llegó apenas 21 segundos después. Alemania estaba bajo una enorme presión. Esta vez fue Teo Hinrichs quien pudo salvar.
India – superior en el primer cuarto
Todo había terminado, pero estaba claro: los “Honamas” necesitaban una llamada de atención. Pero aún no ha llegado a la selección alemana. La India era y seguía siendo más peligrosa. Otro error de Hinrichs provocó el siguiente corner corto (7º). O mejor dicho: una serie de penales porque los alemanes defendieron las jugadas a balón parado con el cuerpo cuatro veces seguidas. Y entonces sucedió: en el sexto córner sonó la campana en la portería alemana. El especialista Harmanpreeth Singh convirtió el córner tras un desvío para poner el 1-0 para India (7º).
El equipo alemán parecía estar de mal humor a estas alturas. Tom Grambusch, que estaba lesionado, estuvo enormemente ausente en defensa. Otro error de pie de Johannes Große provocó el siguiente corner corto, pero esta vez fue inofensivo. Resumen tras el primer cuarto: Alemania aún no estaba en juego, India era muy superior. Los alemanes de hockey tuvieron suerte de estar sólo por detrás 0-1.
Peillat mete el balón en la portería
El seleccionador nacional André Henning exigió “más posesión del balón” a los suyos en el segundo cuarto. El equipo se esforzó mucho y lo consiguió de inmediato: Christopher Schütt marcó el primer corner corto para Alemania. Y con Gonzalo Peillat, el equipo cuenta en sus filas con un especialista de primer nivel. El argentino, con un pase alemán, metió el balón más allá del portero y entró en la portería (1:1 (18).
Y de repente los espectadores del estadio Yves du Manoir vieron un partido diferente. Los alemanes mostraron un lenguaje corporal completamente diferente y ahora ofrecieron a los indios una pelea en igualdad de condiciones. Pero aún necesitaba mucha suerte el equipo, que tuvo que reparar los errores de concentración en defensa. En el minuto 24, por ejemplo, cuando el indio Gurjant Singh disparó una falta en el círculo de tiro alemán, pero puso el balón por encima del área.
Superados en número, pero a la cabeza
Y la cosa fue aún mejor: Peillat ejecutó un corner corto, que los indios sólo pudieron salvar con un fallo en el pie: a Alemania se le concedieron siete metros. Stirr no mostró nervios y puso el 2-1 (26º). El equipo alemán se fue al descanso con ventaja, en un partido en el que su rival fue realmente superior.
La segunda parte apenas comenzaba cuando el portero Danneberg tuvo que impedir el empate tras un corner corto. Un poco más tarde, los indios, extremadamente fuertes, tomaron la siguiente curva: ya era la undécima. Y nuevamente no tuvieron éxito porque esta vez Moritz Ludwig se interpuso en su camino. Pero la cosa siguió así: India jugó y ganó un corner corto tras otro. Las cosas no podrían ir bien por mucho más tiempo. Y las cosas ya no iban bien. Pusieron el 2-2 con un gol de Sukhjeet Singh (36º). Fue merecido.
Miltkau lo hace 3:2
Llegó el último cuarto, en el que Alemania siempre había podido mejorar en los partidos anteriores. Lo mismo esta vez también. India, que parecía un poco exhausta, tuvo que defenderse de un equipo alemán ahora muy enérgico. En el minuto 54, los indios fueron superados: Peillat estaba libre por la izquierda, pasó bruscamente al centro, donde Marco Miltkau estaba en el lugar correcto y desvió para poner el 3-2.
India ahora tomó todo el riesgo y sacó al portero del campo. Y recibió un corner corto contra él mismo. Significado: Peillat pudo ejecutar sin portero contrario. Pero el argentino estaba bloqueado. No importa, para el equipo alemán fue suficiente: Grambusch y compañía alzaron los brazos para celebrar con la sirena final: el sueño de la final olímpica se había hecho realidad.