El divino Zoff debutó con 5 goles a la espalda. Y luego Garella, Fiori, Handanovic, Szczesny: historias de deslices de los que luego te levantas más fuerte. Excepto en un caso…
Golpeado, pero no hundido. Segunda oportunidad, se requieren porteros en busca de redención. Si en el fútbol el grave error -llamado pato- es una mancha que hay que lavar, entonces la nueva equipación pintada por Ionut Radu cremonés -ahilui- a los ojos del espectador tiene un trozo de salsa a la altura del corazón. Está ahí, como una culpa que hay que expiar. No te preocupes, el chico. Es solo cuestión de tiempo y ese partido, Bologna-Inter con el arrepentimiento del scudetto que lo acompaña: ¿qué hubiera pasado si Radu no se hubiera disfrazado de Fantozzi esa noche? – será superado.