Oficialmente, se está llevando a cabo una investigación contra personas desconocidas. Para saber exactamente qué pasó.
Los dos niños pasaron sus vacaciones con sus padres en Sittard, en los Países Bajos, y fueron con toda la familia a un lago en Simmerath, cerca de Aquisgrán, en el triángulo fronterizo con Bélgica.
Visitaron la hermosa piscina natural en Rurberg en Eiserbachsee. Pero el jueves por la tarde, los padres reportaron la desaparición de los dos niños. Después de una breve búsqueda, los rescatistas sacaron a los niños del agua. Fueron trasladados al hospital en helicópteros de rescate, pero no pudieron ser salvados.
La fiscalía de Aquisgrán está investigando actualmente si existe sospecha de un delito penal. Esto podría ser una forma de negligencia, según una portavoz de la oficina del fiscal. Pero enfatizó: «No estamos apuntando a nadie en particular, solo estamos haciendo nuestro trabajo».
El alcalde de Simmerath, Bernd Goffart (CDU), está consternado.
“El lago es, por supuesto, mucho más grande que una piscina al aire libre y el agua no es clara. Además, el área de la ribera normalmente poco profunda es actualmente más corta debido a la sequía y ahora se profundiza más rápido. Por eso hay carteles en la orilla del lago que dicen: “¡Cuidado! ¡Solo para nadadores!”
Los niños británicos no sabían nadar.
Debido al drama, la discusión sobre la prohibición de nadar en Eiserbachsee vuelve a estallar. Según el alcalde Goffart, esa no es la solución. Porque entonces, sospecha, muchos turistas buscarían refugio en el cercano Rursee. «Y es mucho más peligroso», dice.