Herman van Veen juega en Emmen como si nunca hubiera estado fuera. Jacques d’Ancona no ve grietas | revisión ★★★★★

Maravillosa experiencia: ha vuelto de nunca haber estado fuera. Herman van Veen (1945) le quita el polvo a su violín y se entiende: mantiene una intensa relación con este instrumento desde hace 65 años. Además, tiene la sangre caliente como en casa con la armónica, opera como timbalero y es el director de Una actuación en la que todos los movimientos en el escenario están perfectamente coordinados.

Sólido, impactante, relajado en su dinámica. Eso es explicable. “Bailas con calcetines. Así es como te mantienes joven para tu edad”, afirma. Latidos. El órgano en su voz suena como siempre. Ni una grieta, ni una lágrima a la vista. Feroz en las melodías incendiarias de un gitano, fuerte en su sincronización de historias locas y anécdotas hilarantes.

Último autobús

Es un narrador convincente y también el músico del género, que ha hecho un contrato emocional con los cuatro destacados instrumentistas que lo rodean. Es solidario con ellos. Cada uno obtiene algunos solos, mientras él se retira detrás del piano de cola para concentrarse en la creación de una diva de la ópera italiana y luego en la canción. Hilversum III se conecta orgánicamente con la dulce canción infantil El salto de los siete o Círculos canta en un arreglo refinado. Un bis ya está en el primer acto. Solía ​​ponerlos en un final interminable para que la gente perdiera su último autobús a casa.

Salón de masajes

Cuando Van Veen recibió recientemente un premio de obra por enésima vez, lo llamó “un estímulo”. No hay cuasi glamour guardado detrás de esto. El espectáculo tipifica su intención de trasladar a los grandes compositores clásicos a esta época. Esto crea una conexión con nuevos textos, repertorio actual y escuchas versiones sorprendentemente nítidas y tenues de canciones conocidas. Por supuesto, hay rastros de un pasado lejano, pero ha contenido las escenas de payaso, como si tuviera más que hacer y quisiera agregar color a los contrastes. Lo consigue cuando cambia el tempo aterrador por una tranquila reflexión sobre la impotencia con la que miramos la inexplicable relación entre los precios del petróleo y los refugiados. Lema: No será cierto…

Herman van Veen ama los ritmos y rollos exóticos. Sin embargo, también de un loco encuentro con el ridículo y presumido doctor. El mismo hombre al que luego descubre comprometiéndose en un salón de masajes. Sus zancadas y saltos, el confeti del capó, el comienzo de un baile, todo está ahí. Tal vez un poco más pequeño en tamaño, ahora. Sí. Pero nunca antes habíamos escuchado la parodia salpicante de una voz resonante del Amsterdam Jordaan.

Concierto de teatro Herman van Veen.

De Edith Leerkes, Jannemien Cnossen, Kees Dijkstra, Lieke Meijers, Marinthe Supheert y muchos otros

Programa Un espectáculo

producción arlequín holanda

Visto 17/6 Emmen, Teatro Atlas

Audiencia 679



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