Debido a la resistencia polaco-húngara, no hubo ningún párrafo sobre migración en la declaración de Granada, lo que fue un freno para el anfitrión Pedro Sánchez, el Primer Ministro de España. En las últimas semanas, ha estado presionando por un texto ambicioso sobre el futuro de la UE, incluido el enfoque de la migración irregular. Bajo la presión de la mayoría de los líderes de la UE, el borrador del texto para Granada ya se limitaba a sólo dos páginas de generalidades. Los diplomáticos hablaron en los pasillos sobre la Declaración de la “Gran Nada”, la gran nada. Pero eso también fue demasiado para Polonia y Hungría.
Al llegar el viernes a la reunión con sus colegas de la UE, Orbán dejó claro que no había ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo. “Ni hoy ni en los próximos años”. Estaba furioso por la decisión de los estados miembros a principios de esta semana de distribuir a los inmigrantes de manera más justa entre los países de la UE en caso de crisis migratorias. Polonia y Hungría se opusieron, pero fueron derrotados.
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«Hemos sido violadas legalmente», dijo Orbán. «Y si te obligan a aceptar algo que no quieres, ¿cómo puedes llegar a un acuerdo?» Morawiecki arremetió contra su oponente Donald Tusk en las elecciones polacas de la próxima semana. Tusk estaría de acuerdo con los planes migratorios europeos que, según Morawiecki, exigen que su país acepte un gran número de inmigrantes. Dijo que detendría «esta locura».
El primer ministro holandés saliente, Mark Rutte, calificó de «basura» los comentarios de su colega húngaro. La posición polaco-húngara hizo imposible una declaración final conjunta. El párrafo sobre migración tuvo que ser eliminado y fue presentado como la conclusión del presidente de la UE, Charles Michel.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo después que confiaba en que la nueva política migratoria de la UE se adoptaría en los próximos meses, a pesar de la furiosa resistencia de Varsovia y Budapest. “La migración siempre estará ahí, se trata de gestionarla bien”, afirmó Von der Leyen.
La conclusión de Michel, apoyada por Von der Leyen y los otros 25 líderes gubernamentales de la UE, enfatiza un mejor control fronterizo y acuerdos con países africanos para detener a los inmigrantes. Los 25 líderes también prometieron más oportunidades para la migración laboral legal. “Eso hace que sea más fácil combatir la migración irregular”, afirmó Von der Leyen.
Ucrania
Los líderes también discutieron por primera vez las consecuencias para la UE si ya no está formada por 27 sino por 36 países, incluidos Ucrania, Moldavia y los Balcanes Occidentales. Según Michel, la Unión tendrá que determinar en un futuro próximo qué materias aún pueden recibir subvenciones de la UE, cómo pagarlas y cómo puede funcionar de manera decisiva una UE con 36 Estados miembros.
Los líderes no se comprometieron con una fecha en la que la UE debería estar lista para recibir a los recién llegados. Michel ya había insistido anteriormente en esto, defendiendo el año 2030. La primera ministra estonia, Kaja Kallas, calificó esa fecha como “demasiado lejos”. Pero la mayoría de los demás líderes temen que la fecha sea interpretada como una promesa por parte de los países candidatos, lo que les impedirá implementar las reformas necesarias.