Admane El F. (23), de Helmond, tenía un sueño: vivir en una cueva en Somalia. Pero el poder judicial piensa de otra manera al respecto, como se demostró el miércoles en el tribunal de Den Bosch. El F. no tenía en mente una versión especial del programa de televisión Ik Vertrek, pero quería luchar allí para el EI.
Admane lleva once meses en prisión preventiva en régimen estricto, porque la justicia se toma muy en serio el sospechoso viaje del joven Helmond de ascendencia marroquí. El F. en realidad no ha dicho nada sobre su caso en el último año, pero este miércoles está hablando mucho.
Sí, había volado a Addis Abeba, Etiopía, en septiembre pasado. Y sí, quería viajar a Hargeisa en Somalia. Allí quería vivir en una cueva en las montañas, porque le gusta un estilo de vida sencillo. Allí también hablan árabe y a menudo tienen las mismas ideas sobre el Islam.
Todas las alarmas se dispararon
Junto con otros cinco hombres viajó vía Etiopía hasta Somalia. Pero no llegó a eso. Todas las alarmas se dispararon, ya que el viaje de Admane fue muy parecido al de otros hombres que viajan a Somalia para unirse al EI.
El F. fue detenido unos días y devuelto al avión. De regreso a Helmond, rápidamente reservó otro viaje. Se suponía que debía volver a salir el 1 de noviembre de 2023, pero el día anterior un equipo de arrestos lo sacó de su bicicleta y permanece bajo custodia desde entonces.
Ante el tribunal, El F. negó en numerosas ocasiones que quisiera luchar para el EI. Y tampoco hay pruebas literales. En ningún chat o conversación ha dicho jamás que tuviera la intención de hacerlo, como destacó su abogado, pero la justicia ve indicios suficientes.
Declaraciones cada vez más extremas
Se notó que El F. empezó a hacer declaraciones cada vez más extremas. Por ejemplo, aprueba el asesinato de incrédulos y apóstatas. Iba a donar miles de euros y estaba en contacto con alguien que también había viajado. También compró en Decathlon todo tipo de cosas que están en la típica “lista de equipaje de salida”, como también lo conocen los viajeros sirios. Compró una brújula, una chaqueta, una mochila, calzado deportivo y otros “equipos para actividades al aire libre”.
El fiscal calificó a El F. de típico marroquí de segunda generación. Una generación que muchas veces busca su propia identidad entre las diferentes normas y valores que la rodean. Algunos de ellos buscan significado y estabilidad y se enamoran de las historias de los llamados reclutadores. Les dicen a los hombres, en su mayoría jóvenes, que quieren crear una sociedad en la que no sean rechazados. Pero hay que luchar por ello. Como ejemplo de tal organización, el oficial mencionó al EI en Somalia.
Admane resultó ser sensible a esto, pensó el oficial. Comenzó a hacer donaciones y decidió viajar.
Jurar por Allah
Admane siguió negando que quisiera luchar en Somalia. Vivir allí era su objetivo, insistió. El fiscal decidió despedirlo y pidió a Admane que jurara por Alá que su historia es la verdad.
Admane El F. se negó y el oficial concluyó que Admane guarda silencio porque su fe no le permite mentir y, por tanto, es firme.
Así, el fiscal consideró probado que El F. se dirigía a Somalia para luchar en el EI. Por ello pidió una pena de prisión de cuatro años. Si es puesto en libertad, deberá determinarse si debe permanecer bajo vigilancia o, en su caso, recibir tratamiento.
El veredicto en este caso es el 9 de octubre.