Por el momento, el grupo seguirá elaborando Heineken localmente, así como las marcas Zhigulevskoe y Oxota. Las inversiones también se han detenido. El grupo señala que el sector de las bebidas no está sancionado por la Unión Europea.
Rusia representa menos del 2% de la facturación total de Heineken, aproximadamente 500 millones de euros en 2021. Heineken es la tercera cervecera más grande de Rusia y emplea a unas 1800 personas. «Esperamos sinceramente que surja un camino hacia la paz en el corto plazo», dijo un portavoz. La Asociación de Accionistas declaró a principios de esta semana que la cervecera debería ser más transparente sobre los intereses en el país y las consecuencias de la invasión de Ucrania.