Casi parece que Harry y Alie lograron administrar su café sin preocupaciones durante esos 37 años, pero los dos también han tenido dificultades, admite el gerente. “Toma el tiempo de la corona, no fue bueno. Pero no fue divertido para nadie”, Harry mira hacia atrás. Él y su esposa aprovecharon la oportunidad para aprovecharla al máximo de una manera diferente. “Redescubrimos Deurze y sus alrededores, donde nací, caminando durante una hora y media todos los días. Sentarse en casa tampoco es nada”.
También se sorprendieron de que Harry y Alie lograran vender el café mientras la era de la corona no ha quedado atrás. “Creo que es un buen logro”, sonríe Harry, quien en secreto deja escapar que había suficiente entusiasmo para tomar el edificio. “No daré nombres, pero también hubo nombres muy conocidos. Como parece ahora, todo se completará el 16 de mayo”.
Si los nuevos propietarios dejarán el café como está ahora, sigue siendo un misterio para Harry y Alie. “Escuchamos algunos rumores de que los nuevos quieren dejarlo como está, con algunas otras cosas, pero no estamos muy seguros. Pronto estaré ayudando a las historias que no cuadran y todos dirán ‘ese Harry'”. es demasiado’ Es un graznido agradable. “Pero sí creo que el catering permanecerá en el edificio”.
Y así, Harry y Alie han tenido que conformarse con los recuerdos que tienen del restaurante y centro de conferencias De Aanleg. A pesar de que la pareja sabía desde hacía tiempo que el domingo pasado era el último día en que las puertas del café estaban abiertas, los golpeó por un tiempo cuando se dieron cuenta.
“Alrededor de las 10 de la mañana pasaron algunos ciclistas por primera vez y durante el día llegaron más y más invitados habituales. Eso me hizo bien a mí y a Alie también. Todos se despidieron conscientemente de nosotros, incluso con un discurso y regalos, muy hermosos. Me gustaría para agradecer a todos los que alguna vez han estado en De Aanleg. Digo todos a propósito, porque así no me olvido de nadie”, se ríe Harry. “Ya es hora de otras cosas”.