El ilusionista de 68 años fue internado de urgencia luego de que se enfermó. Llevaba tres semanas sin poder retener la comida, por lo que tuvo que ser hospitalizado en España, donde vive gran parte de la familia. Su esposa Wendy había enviado a Hans al hospital porque no confiaba en él.
Allí Hans tuvo que estar en una vía intravenosa y se hizo todo tipo de pruebas. “Los hospitales españoles son muy precisos, por eso querían descartarlo todo. Me hicieron un escáner cerebral y me examinaron el pecho. Pero afortunadamente no tuve nada de miedo”, dice.
Tras un largo periodo de incertidumbre, el ilusionista recibió la semana pasada una buena noticia: resultó que padecía un exceso de acidez estomacal. “Resulté ser alérgico a los medicamentos que estoy tomando. Inmediatamente dejé de hacer eso”.
caldo sabroso
Ahora está en casa en el sur de España, y las cosas van mucho mejor. “Desde ayer estoy bebiendo un poco de caldo que hizo Wendy. Tan sabroso, y afortunadamente se quedó adentro”. Hans ahora se está recuperando y espera viajar a los Países Bajos en abril para una actuación en Dokkum. “Tengo muchas ganas de volver a la vida normal. Delicioso.”
Fuente: punto de acceso