Calcetines, guantes y trenzas de punto: los arqueólogos han descubierto en Bremen 7.000 fragmentos textiles de los siglos XVI y XVII.
“Esto es algo muy especial, porque los arqueólogos casi nunca encuentran materiales”, afirma Dieter Bischof, de Arqueología Estatal de Bremen. Los hallazgos son únicos en Alemania e importantes en toda Europa.
Durante las excavaciones de 2007, los trabajadores de la construcción encontraron un foso de la ciudad medieval. Las fortificaciones fueron reconstruidas durante la Guerra de los Treinta Años y se rellenó el antiguo foso, explicó Bishop. Los habitantes de Bremen se deshicieron allí de todo lo que querían deshacerse después de la peste. Además de joyas, monedas y armas, los arqueólogos también recuperaron ropa, patrones, tijeras y agujas.
Según los expertos, los hallazgos sugieren que allí también existió una sastrería en la Edad Media. Hacia 1600, la clase media llevaba su ropa al taller para ser remendada y modificada. “Los textiles tenían un alto valor. Eran preciosos y fueron cuidados y reparados”, afirmó Annette Schieck, directora del Museo Textil Alemán en Krefeld. Algunas telas proceden de Bremen, pero también de los Países Bajos y Gran Bretaña.
Los arqueólogos también descubrieron una característica especial de Bremen: el llamado tiphoiken. El cuerno, hecho de tela oscura, estaba sujeto a una capa de mujer a modo de capucha. Según los investigadores, sirvió como contrapeso para que la pesada capa no se deslizara de los hombros. Es posible que las mujeres también hubieran colocado un trozo de tela sobre el cuerno para protegerse de la lluvia. (dpa)