Holt quería recaudar dinero con su viaje para ‘Mind’, un centro de ayuda para personas con problemas mentales y ‘Liverpool Charity and Voluntary Services’, una organización comunitaria en Liverpool. El 27 de enero, tras dos años de entrenamiento, inició el viaje a remo de 4.828 kilómetros que preveía duraría entre 50 y 110 días. Estaba a 1.126 kilómetros (700 millas) de viaje cuando se perdió el contacto con amigos y familiares en tierra, por lo que todavía le quedaba un largo camino por recorrer.
Holt publicó actualizaciones a través de las redes sociales durante su viaje. Ya se topó con fuertes vientos, perdió un remo y fue atacado por un tiburón. Su familia destacó que después de dos años de entrenamiento, estaba bien preparado y tenía un remo de repuesto para este tipo de emergencias. También llevaba a bordo equipo médico para prevenir contagios.
Poco después de decirles a sus amigos y familiares que se sentía enfermo, perdieron todo contacto con Holt. Avisaron a los servicios de rescate locales, que lo encontraron muerto en su barco dos días después.
El remero padecía diabetes tipo 1. La diabetes puede haber influido en su muerte. A Holt le sobreviven su esposa y su hija de un año.