Los problemas en la Administración Tributaria y Aduanera representan una amenaza para el tesoro holandés. La recaudación de un tercio de todos los ingresos fiscales anuales, o 100 000 millones EUR, es de “alto riesgo” debido a las deficiencias de la agencia tanto en la aplicación como en el cumplimiento de la legislación fiscal.
Según la Hacienda Pública, la ‘continuidad de los ingresos tributarios’ puede verse ‘peligrada’ por la inadecuada ejecución de procesos masivos, como la determinación de liquidaciones y el cobro de créditos (‘riesgo de ejecución’). La supervisión inadecuada también presenta un riesgo, ya que los ciudadanos y las empresas pueden terminar pagando muy pocos impuestos (‘riesgo de ejecución’).
que aparece de piezas internas Eso NRC obtenido tras una apelación a la Ley de Gobierno Abierto (Woo). Se trata de los llamados mapa de cumplimiento que la Administración Tributaria y Aduanera elabora todos los años desde 2020 y que hasta ahora solo eran de conocimiento interno. En estos informes, el servicio mapea “qué tan seguro [we zijn] que los ingresos tributarios ingresen estructuralmente al erario”, escribe el servicio.
El mapa de cumplimiento publicado más recientemente, de junio de 2022, muestra que la Administración Tributaria y Aduanera calificó ambos riesgos como “altos” para cinco tipos de impuestos: para el impuesto sobre las ventas, el impuesto sobre la renta de las personas jurídicas, el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre sucesiones y el impuesto sobre donaciones, que en conjunto representan casi 100 mil millones de euros en ingresos. Un portavoz del servicio dice en una respuesta que “inventariar los riesgos es enfáticamente diferente” de la cuestión de si los peligros temidos “realmente ocurren”.
El impuesto sobre los salarios y el impuesto sobre los vehículos motorizados (en conjunto, 164 000 millones) tienen debilidades de implementación, mientras que el impuesto sobre los dividendos, el impuesto sobre transferencias y el impuesto sobre la compra de vehículos BPM (en conjunto, 10 500 millones) tienen problemas de aplicación. Solo con dos impuestos más pequeños, el impuesto a los seguros y el impuesto a la energía, que en conjunto ascienden a 10 000 millones de euros, el riesgo es ‘bajo’ tanto en la implementación como en el cumplimiento.
Por primera vez, los mapas de cumplimiento brindan más información sobre la gravedad de los problemas según la propia Administración Tributaria y Aduanera. Expertos de todos los niveles del servicio están involucrados en el desarrollo. Sus hallazgos van más allá de los análisis internos revelados previamente por NRC, que afirmaron que las TIC obsoletas podrían poner en peligro las finanzas públicas dentro de tres años.
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Los documentos internos muestran que, además de los problemas con las TIC, existen más riesgos crecientes. Por ejemplo, la complejidad de la ley tributaria solo ha aumentado en las últimas décadas, incluso con impuestos que antes eran relativamente fáciles de entender. El servicio lo llama “notable”.
Ventas por Internet y criptomonedas
La legislación existente tampoco siempre se corresponde con la ‘realidad económica’. Por ejemplo, gravar los ingresos de las ventas por Internet y las criptomonedas se queda corto. Además, el servicio tiene que procesar un gran número de correcciones, como objeciones, apelaciones y devoluciones de impuestos, mientras que hay una escasez de personal cada vez mayor.
Según el servicio, estos problemas tienen consecuencias en la capacidad de cobro de las deudas tributarias. En los últimos años, la deuda tributaria pendiente de ciudadanos y empresas ha “aumentado con fuerza” hasta los 44.000 millones de euros, según los documentos. Esto se refiere en parte a los aplazamientos de impuestos otorgados durante la corona, pero también estaba pendiente una cantidad de 25 mil millones antes del estallido de la pandemia en 2020.
Las consultas con el Ministerio de Hacienda muestran que se trata, entre otras cosas, de procedimientos de objeción en curso (9.500 millones de euros) y reclamaciones impagas, que requieren recordatorios y otras medidas coercitivas (6.500 millones). Según los mapas de cumplimiento, en ambos casos existe el riesgo de que la Administración Tributaria y Aduanera pierda definitivamente parte de estos ingresos. En una respuesta, el ministerio afirma que cada año el 0,6 por ciento de todos los impuestos resultan irrecuperables, lo que ascendería a 2.000 millones de euros para 2023.
Además, los riesgos asociados con la implementación y el cumplimiento también aumentan miles de millones en impuestos no recaudados que simplemente no son ‘vistos’ por las autoridades fiscales. Esta llamada brecha de cumplimiento existe principalmente en las pequeñas y medianas empresas. En 2023, se estima que el servicio perderá 4.700 millones de euros. Finanzas enfatiza que esto es solo el 4,3 por ciento de los ingresos totales esperados, y que la moral tributaria entre las personas es aún mayor (0,4 por ciento de incumplimiento).
Al mismo tiempo que se hacían públicos los documentos, el Secretario de Estado Marnix van Rij (Asuntos Fiscales, CDA) envió un carta a la Cámara de Diputados, en la que resaltó que los mapas de cumplimiento son “solo una de las herramientas” en las que basar la política. “Por lo tanto, el mapa de cumplimiento no es un instrumento aislado y determinante que la Administración Tributaria y Aduanera utiliza para tomar decisiones”.
Una versión de este artículo también apareció en el periódico el 13 de julio de 2023.