De hecho, las cifras de la empresa contable KPMG deberían ser motivo de celebración. La filial holandesa de la empresa alcanzó en el pasado ejercicio un volumen de ventas récord de 711 millones de euros, que estuvo en vigor para KPMG hasta finales de septiembre: un aumento del 8,5 por ciento. El año pasado se redactaron y facturaron más horas tanto en el sector de consultoría como en el de contables. En circunstancias normales, los corchos se descorcharían de las exclusivas botellas de champán, pero para algunos socios este año puede que solo se tratara de una botella de burbujas de supermercado.
Los socios se han visto gravemente afectados económicamente por el escándalo, que avergonzó gravemente a la empresa contable y al sector en su conjunto. En 2023 se supo que cientos de contables de KPMG habían cometido fraude durante años en cursos de formación continua y exámenes obligatorios. Los contadores de todos los niveles dentro de la organización compartieron respuestas entre sí. En ocasiones, incluso las respuestas se completaron conjuntamente. La manipulación pasó desapercibida durante al menos seis años, hasta que un denunciante dio la noticia.
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Regulación
A causa del fraude, KPMG recibió esta primavera una multa de 25 millones de dólares (más de 23 millones de euros) por parte del regulador contable estadounidense Public Company Accounting Oversight Board (PCAOB). Los estadounidenses participaron porque KPMG también audita las cuentas de las empresas estadounidenses que cotizan en bolsa. En los Países Bajos, también se pidió a la Autoridad Neerlandesa para los Mercados Financieros (AFM) que participara en la investigación sobre el fraude en los exámenes.
La multa estadounidense, que se produjo tras un acuerdo, tiene un impacto significativo en los beneficios operativos y, por tanto, en la participación en los beneficios que reciben los 168 socios de KPMG. Los socios que hayan participado como accionistas deben utilizar este pago anual para, entre otras cosas, organizar su provisión de pensiones. A pesar del importante crecimiento de la facturación, el resultado operativo cayó más de un 5 por ciento, hasta más de 80 millones de euros.
Como resultado, los socios ven finalizar su reparto de beneficios anual en 457.000 euros. Una disminución del 39 por ciento (o casi 300.000 euros por socio) en comparación con el ejercicio anterior.
El grado en que el escándalo afecta la distribución de ganancias varía según la persona; Además del beneficio obtenido, el monto del beneficio depende del número de años de servicio y del desempeño individual.
Después de que se conoció el escándalo, KPMG investigó a toda la organización en busca de contables que estuvieran cometiendo fraude. A algunos directivos también se les retuvo dinero a través del llamado sistema de recuperación en relación con el fraude en los exámenes, indicó KPMG en las cifras.
La multa de 25 millones de dólares demuestra la seriedad con la que se está tomando el asunto. Nunca antes la PCAOB había emitido una multa tan elevada. También le costó su puesto al ex miembro de la junta directiva y ex director del departamento de contabilidad, Marc Hogeboom: nunca más podrá ejercer como contable. Además, el regulador estadounidense le impuso una multa de 150.000 dólares. Hogeboom ya había dimitido como director de KPMG.
‘Conclusiones devastadoras’
En una explicación, la directora ejecutiva Stephanie Hottenhuis califica de “devastadora” las conclusiones de la investigación del regulador estadounidense. Escribe que KPMG hará todo lo posible para restablecer la confianza de los clientes.
Las otras tres grandes empresas contables, que junto con KPMG se consideran parte de las cuatro grandes, también están investigando su política de exámenes. EY, Deloitte y PWC lo hacen bajo la presión de la AFM.