El 5 de agosto de 2020, tras una terrible caída en la Vuelta a Polonia, el danés estaba prácticamente muerto. Luego una cirugía tras otra, 130 puntos, la mandíbula reconstruida, así como los dientes, fisioterapia, reeducación. Y Fabio está de vuelta en la silla de montar, para ganar…
Fabio Jakobsen no corría peligro de vida: estaba prácticamente muerto. Su amigo Florian Sénéchal, que acababa de terminar de correrlo, de repente lo vio lanzado por los aires, por encima de las barreras. Fue el primero en alcanzarlo en ese limbo, abriéndose paso a través de las barreras derrumbadas. Lo vio tirado en el asfalto. Mecánicamente levantó la cabeza para evitar ahogarse con su propia sangre.