Detrás de la reconquista de Parma por parte del centro dejado después de 24 años está el rostro de Michele Guerra, una catedrática de historia del cine de la Universidad de Parma de cuarenta años. El nuevo alcalde, concejal de cultura de la junta saliente, recoge el legado de Federico Pizzarotti.
Apoyado por el centroizquierda, no por el Cinco Estrellas
Guerra, apoyado por el centroizquierda pero no por el Cinco Estrellas, ganó con el 66,1% de los votos a Pietro Vignali, exalcalde de 2007 a 2011. La candidatura de Vignali, impulsada por Lega y FI, había obtenido por segundas elecciones a su vez también el apoyo de la Fdi.
La apuesta por el título de capital italiana de la cultura
Como concejala de cultura, Guerra fue protagonista del título de capital italiana de la cultura que tuvo Parma en 2020, cuando la pandemia canceló efectivamente toda la programación, prorrogada luego en 2021, en un contexto no obstante complicado.
La armonía con Pizzarotti
El resultado de la votación es, en cierto sentido, tanto en nombre de la continuidad como de la ruptura: de hecho, Guerra está en total sintonía con el alcalde saliente, Pizzarotti, con quien participó en la experiencia “Effetto Parma”. La discontinuidad, sin embargo, radica en que el principal partido de centro-izquierda regresa al gobierno de la ciudad tras 24 años de oposición, dado que, antes del acuerdo, “bendecido” por el Presidente de la Región Stefano Bonaccini, el Partido Democrático El partido estaba en minoría. Ahora será el grupo más numeroso del Ayuntamiento, encabezará la coalición y, con toda probabilidad, lo expresará el teniente de alcalde.
La ventaja en la primera vuelta
Desde la primera vuelta, la ventaja de Guerra sobre Vignali fue muy clara, y no solo por el 44% frente al 21% de hace dos semanas. Pero también porque otros candidatos a alcaldes claramente opuestos al centro-derecha (listas cívicas apoyadas también por Acción, Europa Verde y Power to the People/PRC) habían sumado el 21% de los votos.