Un grupo no identificado con equipo militar había entrado en el norte de Kosovo y se había enzarzado en un tiroteo con la policía. Se trata de una treintena de hombres armados que se habían atrincherado en un monasterio y fueron rodeados por la policía. Según un informe anterior de la policía, tres hombres murieron y otros cuatro fueron arrestados. También murió un oficial.
Los problemas comenzaron ayer antes del amanecer, cuando un oficial de policía que patrullaba cerca de la frontera con Serbia murió en un ataque a su unidad. «La patrulla fue atacada desde varias posiciones con armas pesadas, incluidas granadas», dijo la policía.
«Apoyo desde Belgrado»
En una conferencia de prensa, el primer ministro Albin Kurti mostró fotografías que mostraban a varios hombres con uniformes militares y armas en lo que llamó «el monasterio». Kurti habló anteriormente en las redes sociales sobre un “ataque terrorista”. «El crimen organizado está atacando nuestro país, con apoyo financiero y logístico de funcionarios de Belgrado», dijo Kurti.
El norte de Kosovo, donde se concentra una minoría serbia de alrededor de 120.000 personas, es ahora el telón de fondo de prolongados disturbios. La situación se agravó en mayo cuando el gobierno de Kosovo nombró a cuatro alcaldes albaneses para municipios habitados principalmente por serbios. Más de 30 soldados de la misión de paz de la OTAN, KFOR, resultaron heridos durante disturbios con manifestantes serbios.