Grita Italia: ¡Raspadori! Inglés ko, ahora los Azzurri pueden ganar el grupo

Un fantástico derechazo del número 10 en la segunda mitad le da a Italia el 1-0 sobre Inglaterra, que desciende a la Liga B. Si el lunes gana a Hungría, la selección de Mancini pasa a semifinales

No tenemos un delantero centro como Kane ni la intensidad de la Premier, tenemos menos talento que los ingleses pero tenemos selección. No tan brillantes y divertidos como en los buenos tiempos, pero poco más de un año después de la final europea, aún vencimos a Inglaterra y seguimos compitiendo por el primer puesto en la Liga de las Naciones. Tendremos que ir y ganar en Hungría. El equipo nacional de Southgate, por otro lado, está relegado aritméticamente: un enorme desperdicio de talento. Decide Raspadori, que honra el 10 con un gol a Mancini.

Primera mitad

El inicio azul es vivo, prometedor y, al parecer, también efectivo. Dimarco no se asusta frente a James y dibuja un centro inglés, Scamacca -a quien el inglés está aprendiendo en el West Ham- despega en el segundo palo a hombros de Maguire: Pope, titular habitual en los equipos virtuales de Fifa 21 pero poco en ‘Inglaterra compensa la elección de Southgate al interceptar de alguna manera. Estimulado por la ocasión, Scamacca vuelve a intentarlo de inmediato desde el exterior -amplia diagonal-, pero aquí termina la descarga eléctrica inicial. Italia comienza su lenta posesión de balón desde atrás, complicada por el control de Foden, Kane y Sterling que hacen pareja con los tres centrales italianos, Jorginho no es rápido en el reparto y Barella está desanimado. Así toda verticalización se apaga en el último tercio inglés, un desierto de blues. Inglaterra no hace mucho más. Southgate opta por el 3-4-2-1, con James y Saka por fuera, pero además la maniobra de los Tres Leones es seca. Como si no se hablaran las muchas almas Premier del equipo: Walker y Foden del City enmarcados por James del Chelsea y Bellingham del Dortmund, Kane sin las transiciones rápidas que vive en el Tottenham con Conte. El inicio de la acción 3+2, poco perturbado por los dos puntos azules que le son inferiores, es lento y encuentra pocas salidas. Se las arregla para encender solo cuando Foden retrocede para empatar, pero Bellingham se atasca, por otro lado, Sterling está flácido y Saka todavía parece temer que el fantasma de Chiellini lo detenga. Chiello se ha ido, pero Bonucci sigue cuidando a Kane. El delantero centro inglés solo se desahoga en el minuto 42, cuando en la reanudación corre 50 metros bola y cadena, apunta al gol pero no lo enmarca con la derecha desde fuera.

segunda mitad

La recuperación es otra cosa. Que esta vez promete y cumple. El Dimarco de siempre, más brillante que su cabellera rubia, se queda más alto y ante el cambio de juego de Raspadori propone un cruce para la inserción de Cristante, anticipado al fin por Dier. Los ritmos suben, las transiciones se aceleran, Bonucci sigue vigilando las bajadas de Kane. Pero Italia crece, como lo demuestra una combinación todo vertical entre Bonucci, Raspadori, interior para Dimarco con un centro raso para Barella que no enmarca el gol en el parcial. El Inter no es brillante, Mancio decide quitarlo y, algo sorprendente, Scamacca, por Pobega y Gnonto. Attack of little guy, no parece una gran idea, pero funciona. Porque de esta manera Italia logra llevarse por el camino a los gigantes ingleses. A los 23′ blues por delante: lanzamiento de Bonucci, Raspadori honra el 10 que fue de su entrenador con una suntuosa conexión, luego apunta a Walker -que tiene el defecto de guardián de controlarlo un metro de más- y se cuela al segundo palo. Y luego le toca a Southgate moverse. Dentro Shaw por Walker y Grealish por Saka, para el 4-2-3-1. Serán los únicos cambios en los Tres Leones. Tras unos minutos de acomodarse en las nuevas posiciones, Inglaterra sube la presión. Pero recién a los 32′ llega al espejo, dos veces con Harry Kane en la misma acción, detenido por Donnarumma que cubre el primer poste. Mancini pone a Gabbiadini, que no jugaba desde aquel terrible Italia-Suecia de 2017 en San Siro. Jorginho lo mete en la portería en el minuto 40, pero la izquierda de Gabbia se estrella en el pie de Pope, luego recoge a Dimarco que confirma su papel de mejor en el campo: gran izquierda y sensacional poste. El asalto inglés estimula las habilidades gladiatorias de nuestra defensa: llegan conclusiones sucias de Rice y Bellingham, cero peligros reales. Y tras 6′ de recuperación ruge el Meazza. Italia está de vuelta.



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