Se aplica un impuesto a la riqueza a este Patrimonio neto de personas físicas y jurídicas, por ejemplo bienes inmuebles, posesiones financieras y materiales y activos comerciales. Una exención de impuestos garantiza que solo se gravan los grandes activos. Los detalles exactos varían según el país y el modelo fiscal.
En Alemania, de 1923 a 1996, se aplicó un impuesto sobre el patrimonio del uno por ciento, con una asignación de 120.000 marcos alemanes por persona. Fue suspendida porque la la valoración uniforme y justa de los activos requería mucho tiempo y dinero. Reintroducir este impuesto es siempre un tema controvertido en la sociedad. Hay algunos argumentos a favor, pero también muchos en contra, de una mayor tributación de los ricos.