Desde Hildburg Bruns
Las oficinas de bienestar social de Berlín están amenazadas con nuevas sobrecargas porque tienen programas informáticos antiguos.
La campaña del Pase de Berlín pone el foco en la oficina de Berlín: se supone que los empleados de las oficinas de bienestar social deben imprimir y verificar los registros de rendimiento a mano y pegarles códigos QR.
Porque en noviembre, 101.560 berlineses recibirán un nuevo comprobante de derecho a su Berlin Pass. Ya no desde la Oficina de Registro de Ciudadanos, sino desde su respectivo centro de servicio, como una oficina de empleo, oficina de bienestar social, oficina de beneficios de vivienda, oficina de refugiados, prisión, etc.
¡Y eso significa un gran problema! Porque mientras las bolsas de trabajo tramitan el proceso de forma automática, las oficinas de bienestar social de Berlín solo cuentan con un software obsoleto.
Eso significa: Saque el proceso, verifique el período de servicio, coloque la etiqueta QR en la lista de la comunidad de necesidades, póngala en una bolsa y envíela. En promedio, el esfuerzo por caso se estima en once minutos. Solo en Neukölln, se necesitarían dos puestos de trabajo adicionales para esto.
“Se sabe desde 2020 que se cambiará el procedimiento para el Berlin Pass. Desde entonces, el Senado no ha logrado poner en marcha una implementación digital uniforme en todo Berlín”, dice el concejal de Asuntos Sociales de la ciudad de Neukölln, Falko Liecke (49, CDU).
Todos los concejales sociales de la ciudad rechazan el engorroso proceso adhesivo. Stefan Strauß, portavoz del Senado de Asuntos Sociales, confirma: “Es cierto que todavía se están manteniendo conversaciones con las oficinas de bienestar social. Estamos trabajando en una solución técnicamente fácil de implementar”.
Por cierto: para que los titulares del Berlin Pass ya no puedan ser reconocidos por terceros como usuarios del ticket social (27,50 euros/mes), la BVG enviará una nueva “tarjeta de cliente VBB Berlin Ticket S”, pero solo a la aplicación.
Esta tarjeta portadora tiene el formato de una tarjeta de crédito, está hecha de plástico y es similar a los billetes regulares de BVG.