Goles fabulosos: en 7 partidos los mismos goles que en todo el último campeonato


Gran ex del partido contra el Génova, con tres goles llegó a 7 en la Serie A y se hizo con el primer puesto de la tabla de goleadores

Siete goles en siete partidos con el Atalanta: algo increíble para el ítalo-argentino, que el año pasado, aquejado de varias pequeñas lesiones, se quedó un poco abrumado por la personalidad y los goles de Gudmundsson (que había mantenido también el papel de primer lanzador de penaltis). Había conseguido la misma cifra, pero en veintinueve apariciones. Y esto hace que al rossoblù de Gilardino le resulte aún más doloroso metabolizar una derrota sin atenuantes, al menos en la forma en que se produjo.

creció con gila

En el último campeonato, Gilardino trabajó mucho en el delantero ahora en Atalanta, para ayudarlo a consolidarse rápidamente en el campeonato italiano. Sin apurarle, porque efectivamente el delantero hoy en Bérgamo había aterrizado en Italia sin haberse tomado vacaciones, tras una temporada que había comenzado en Argentina el invierno anterior. Si la salida había sido brillante, en la distancia Mateo había pagado el esfuerzo. Y, sobre el terreno de juego, nunca había logrado alcanzar la popularidad del actual islandés en la Fiorentina, mucho más inmerso en la realidad genovesa que Retegui, que siempre había mantenido una actitud quizás más distante. Su transferencia causó revuelo, también porque se produjo en pocas horas, cuando el club de Génova pensó en cambio que, una vez vendido Gudmundsson, podría comenzar la temporada con el delantero de la selección nacional como jugador titular. No había sido así y los arrepentimientos, también por la falta de ataque, y de Vitinha en particular (el portugués sigue sin marcar tras siete partidos), han aumentado enormemente. Aunque hay que decir que el poder del Atalanta hoy en día no es en absoluto comparable al del mejor Génova del año pasado: este aspecto también tuvo su importancia en la explosión de Retegui.

MATEO SE VUELVE LOCO

Y hoy, para encontrar una comparación con el boom del delantero de Gasperini, hay que remontarse a los años de Baggio en el Bolonia, de Hubner en el Piacenza o de Bonazzoli con la camiseta de la Sampdoria.



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