Goldman Sachs: por qué los clientes corporativos en realidad no son tan malos


El sentimiento «realmente deberíamos dejar de reunirnos así» es una realidad más que una broma para los inversores de Goldman Sachs. El presidente ejecutivo del banco de inversión, David Solomon, dirigió el martes un día de inversores para explicar hacia dónde se dirige el negocio después de tres años volátiles desde su última reunión de este tipo.

En 2020, Solomon le dijo a Wall Street que Goldman debería ir más allá de servir a sus clientes institucionales y corporativos tradicionales. Presionaría para prestar a los estadounidenses comunes. Ese esfuerzo fracasó en medio de los altos costos iniciales y el aumento de las tasas.

El mensaje del martes fue que el grupo ha vuelto a servir a las corporaciones estadounidenses, pero esta vez con más fuerza.

Solomon es un jefe asediado. Pero Goldman todavía puede presumir de logros reales. Por ejemplo, el valor contable por acción aumentó un 39 por ciento en tres años. El rendimiento sobre el capital ha promediado el 15 por ciento en ese tiempo.

Goldman espera que el ROE se mantenga allí como una cifra de estado estable. En 2021, un año récord para acuerdos y valoraciones en aumento, el ROE superó el 23 por ciento. El año pasado, cuando el mercado se debilitó, cayó al 10 por ciento.

¿Cómo alcanzaría y mantendría ese mágico 15 por ciento? En primer lugar, aumentando las comisiones de gestión y reduciendo los gastos de capital en la gestión de activos. Eso implicaría menos acuerdos de capital privado utilizando su propio balance.

En segundo lugar, recortando los gastos generales, y cualquier posible beneficio, de lo que queda de las empresas fintech promocionadas hace tres años.

Se dice que Solomon puede ser abrasivo. También puede ser subestimado. Mantener el mejor banco de inversión de su clase y los negocios comerciales de Goldman funcionando es una habilidad útil. Esas ganancias masivas han evitado que la valoración del grupo se derrumbe.

El trauma de los últimos meses, incluida una ronda de despidos masivos, ha provocado una frustración inusual hacia el jefe. Solomon está pidiendo a las diversas tribus del grupo, banqueros, comerciantes, administradores de dinero, que trabajen más de cerca para sacar más de las billeteras de los clientes.

Hasta ahora, ha demostrado que ningún hacedor de lluvia en particular importa más que la franquicia Goldman. Al buscar un ROE recurrente del 15 por ciento, esa propuesta se pondrá a prueba severamente.

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