Glencore, trabajadores atrincherados en Portovesme


100 metros de altura para salvar la fábrica de plomo y zinc de Glencore. Nueva protesta en el polo industrial de Portovesme en el Sulcis en la fábrica metalúrgica que el grupo suizo gestiona a través de la filial Portovesme srl y en la que trabajan 1300 personas directas más los contratos.

El bombardeo en la chimenea

El bombardeo alrededor de las siete de la mañana en la chimenea de 100 metros de altura y denominada kiwicet y considerada símbolo de la fábrica cuando cuatro trabajadores ocuparon la parte interna de la estructura. La protesta, acompañada en el exterior por una guarnición de trabajadores directos y contratados, comenzó una hora antes de que comenzara el paro, previsto para las ocho, en las plantas y partió el Cig para los 1300 empleados.

una larga disputa

Toda la historia gira en torno a los costes energéticos, que la fábrica, especializada en la producción de plomo, zinc, oro, plata, cobre y ácido sulfúrico entre las plantas de Portovesme y San Gavino, pasó de los 47 euros iniciales por megavatio hora a los que también han alcanzado los setecientos euros por megavatio hora. Una situación que ha llevado a la compañía a reducir progresivamente la producción y poner en marcha un plan de racionalización con recurso al despido de unos 600 empleados de forma rotativa.

La situación empeora con el tiempo.

Con el tiempo, a pesar de la movilización, la situación no ha mejorado. En diciembre, el anuncio de la utilización de los despidos para todos los trabajadores y el cierre de las plantas a partir del 1 de febrero de 2023. Situación rechazada por las organizaciones sindicales a la que siguieron una serie de interlocuciones institucionales. El último en enero con la Región. En aquella ocasión los dirigentes de Portovesme Glencore decidieron, tras el compromiso de la Región y pendientes soluciones, aplazar la parada y el inicio del Cig del 1 de febrero para marzo.

No hay acuerdo bilateral

«Las interlocuciones y compromisos asumidos por la Región para una solución a implementar con un acuerdo entre la empresa y el suministrador de energía no han conducido a nada -anuncian los sindicatos- y en este contexto ha estallado la protesta». La forma de solucionar el problema debería haber pasado por la firma de un acuerdo bilateral entre la empresa y el proveedor de energía. Solución deseada y apoyada por la propia Región. “Hasta la fecha todavía no hay nada -anuncian los sindicatos- y esperamos que la Región asuma la responsabilidad”.



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