Los propietarios estadounidenses del Manchester United están considerando vender el club de fútbol inglés, lo que podría convertirlo en el último equipo prestigioso de la lucrativa Premier League en salir al mercado en los últimos meses.
La familia Glazer confirmó el martes que estaban buscando inversiones externas y considerarían la venta del club de fútbol del noroeste al precio correcto.
La decisión de explorar una venta surgió el mismo día que el United anunció que Cristiano Ronaldo se iría después de que el delantero estrella de Portugal afirmara recientemente en una entrevista que a los Glazer «no les importa el club».
La revisión estratégica podría involucrar la obtención de capital o la búsqueda de socios para invertir en el estadio Old Trafford del United, el más grande de la Premier League, y la expansión global de sus operaciones comerciales.
“Evaluaremos todas las opciones para asegurarnos de servir mejor a nuestros fanáticos y que el Manchester United maximice las importantes oportunidades de crecimiento disponibles para el club hoy y en el futuro”, dijeron Avram y Joel Glazer, copresidentes ejecutivos.
El club que cotiza en Nueva York advirtió que no hay garantía de una transacción.
United tiene un valor de $ 4.6 mil millones, según Forbes, muy por encima de la capitalización de mercado de acciones de $ 2.5 mil millones implícita en el precio de las acciones del club, que subió hasta un 15 por ciento después de que Sky News informara por primera vez que los Glazer estaban explorando una venta.
Sir Jim Ratcliffe, el propietario multimillonario del grupo petroquímico Ineos, que este año fracasó con una oferta desesperada para comprar Chelsea, ha declarado previamente su interés en United.
Los Glazer, que han tenido una relación tensa con los fanáticos desde su compra apalancada de United por 790 millones de libras esterlinas en 2005, están considerando una venta en un momento en que los clubes de fútbol de élite están atrayendo un interés de inversores sin precedentes. Sin embargo, la cantidad de activos que ingresan al mercado en un momento de recesión económica pondrá a prueba ese apetito.
Todd Boehly y Clearlake Capital establecieron un punto de referencia para los clubes de fútbol de élite con la adquisición del Chelsea FC por 2500 millones de libras esterlinas. El oligarca ruso Roman Abramovich vendió el club este año después de que el Reino Unido le impusiera sanciones como resultado de la invasión rusa de Ucrania. Ese precio sigue siendo la suma más alta jamás pagada por un equipo de fútbol.
La decisión de los Glazer de considerar el siguiente paso para su propiedad se produce pocas semanas después de que Fenway Sports Group, del multimillonario comerciante de materias primas John Henry, comenzara a considerar una posible venta del Liverpool FC. United y su archirrival Liverpool son los dos clubes más grandes de Inglaterra en términos de la cantidad de trofeos que han ganado.
Los seguidores del United han criticado durante mucho tiempo a los propietarios por pasar los costos de la adquisición al club y sacar dividendos. Esa tensión explotó cuando los seguidores irrumpieron en el estadio del club antes de un partido contra el Liverpool después de que los Glazer apoyaran a la Superliga europea disidente.
A pesar de no haber ganado el título inglés desde 2013, cuando el legendario entrenador Sir Alex Ferguson se retiró, el Manchester United sigue siendo uno de los equipos deportivos más conocidos del mundo.
United tuvo una pérdida neta de 115,5 millones de libras esterlinas en la temporada 2021-22 cuando su equipo masculino cayó al sexto lugar en la Premier League y quedó fuera de la lucrativa Liga de Campeones de la UEFA en octavos de final.
El declive del club significa que está jugando en la Europa League, la competencia de clubes de segundo nivel de la UEFA. La presión para volver al nivel más alto de la competencia europea está en marcha porque el hecho de no aparecer en la Liga de Campeones durante dos temporadas consecutivas le permite al proveedor de uniformes Adidas recortar los pagos adeudados bajo un patrocinio de 10 años de 750 millones de libras esterlinas que comenzó en 2015.