El Bayern pagó la friolera de 53 millones de euros por el traspaso de Michael Olise, es decir, gastó más en el extremo que en otros recién llegados como Joao Palhinha o Hiroki Ito. Recientemente, los muniqueses finalmente pueden comprobar con sus propios ojos lo bien que se invirtió el dinero, ya que el miércoles el joven jugó por primera vez en la Säbener Strasse después del torneo olímpico de fútbol.