Bob Deen, del Instituto Clingendael, llega a esta conclusión tras un notable mensaje del líder del Kremlin a los empleados de los servicios de seguridad, el servicio de inteligencia exterior y la organización para la protección de altos funcionarios. En él, el presidente ruso admite que no todo va sobre ruedas para los rusos en Ucrania. En un video, calificó la situación en las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk y en las regiones de Cherson y Zaporizhia como “extremadamente difícil”.