La jugadora de la UYBA Busto Arsizio, a diez días del inicio de la liga regular, habla sobre las fortalezas y debilidades de su rol: “Requiere experiencia: hay que saber anticipar ciertas situaciones de juego”
Le gusta volar cuando está en la cancha. Rescates espectaculares, recepciones efectivas. Giorgia Zannonilibre titular de la UYBA Busto ArsizioYa acumula mucha experiencia en el campeonato de voleibol femenino de la Serie A1 a pesar de tener solo 24 años. El Scudetto y la Champions League conquistada con la camiseta de Novara son solo algunos de los éxitos de los que puede presumir en la cartelera. Ahora sueña con otras victorias con Busto Arsizio, donde recibió un pesado legado: reponer a la amada en el corazón de la afición. giulia leonardi. Lo está consiguiendo, con personalidad, profesionalidad y disponibilidad. Y ahora, diez días después del inicio del campeonato, está lista para un nuevo desafío: “El campeonato italiano es, sin duda, el más competitivo del mundo. En todos los equipos hay deportistas de calidad. Claro, perdimos Paola Egonu pero el nivel se mantuvo muy alto. Entrando en detalle, es evidente que cuatro empresas han invertido más que las demás. Pero no es obvio pensar que ocuparán los cuatro primeros puestos al final de la temporada regular. Los últimos años han demostrado que la sorpresas Estoy a la vuelta de la esquina”.
¿Puede Busto Arsizio ser una de estas sorpresas?
“Nuestra lista es un poco más joven que el año pasado. Sin embargo, hay algunas apuestas más que podemos ganar. Tenemos chicas con mucho talento: estamos trabajando con intensidad y dedicación. Me gustaría levantar un trofeo al final del curso. Sabemos que no será fácil pero trabajamos día tras día con este objetivo”.
¿Cómo gestionáis la actividad semanal durante la temporada?
“La relación con el staff es diaria: tenemos una tabla detallada a seguir pero, al mismo tiempo, se escuchan las necesidades de cada atleta para personalizar los ejercicios cuando es necesario. En Busto prestamos mucha atención a la rutina en la sala de musculación: se utiliza, sobre todo a principios de año, para prevenir lesiones”.
Hablando del inicio de año, ¿cómo te preparas?
“Empezó el 24 de agosto, dos meses antes del debut liguero. Las primeras semanas teníamos el fin de semana libre y entrenábamos 5 días a la semana, empezábamos con menos trabajo de balón y más preparación física. Con el paso de los días, disminuyó el tiempo en el gimnasio, pero aumentaron las cargas, y aumentaron las horas dedicadas a la técnica en la cancha”.
¿Hay alguna anécdota curiosa relacionada con sus inicios?
“Hablando de voleibol, crecí en Chieri: allí, desde la juventud, se trabaja mucho la técnica básica, incluso para la ejecución del bagher. Recuerdo que nos explicaron la postura correcta a sostener, como colocar los pies, el movimiento correcto de los brazos. Y para ello nos mostraron las fotos de Paola Cardullo, una ex liberta de Bérgamo. Hace poco encontré esas imágenes y me vinieron muchos recuerdos”.
Nació atacante pero se estableció como libre. Mentalmente, ¿qué tan complicada fue la transformación?
“Tan, tan, tan complicado. En algún momento quise dejar de jugar voleibol. Cuantos llantos. Pero apreté los dientes y ahora estoy feliz con el camino que estoy siguiendo. Mi rol requiere experiencia: tienes que ser capaz de anticiparte a ciertas situaciones del juego. Cuanto más lo aplicas, más aprendes”.
¿Cuáles son los pros y los contras?
“Es bueno que requiere una gran responsabilidad. Necesitas personalidad. Sin embargo, la gratuidad se nota más por una mala recepción que por un correcto soporte. Además, al no tener forma de sumar puntos, las posibilidades inmediatas de redención tras un error disminuyen”.
¿Cómo se puede resolver el problema?
“Se necesita una actualización desde el punto de vista de la inteligencia del voleibol. Me tomó un tiempo entrar en esta nueva visión del juego. Se vuelve fundamental no centrarse en el error sino ir más allá inmediatamente, centrándose en la siguiente acción”.
¿Hay tipos de atletas más difíciles de defender?
“El sexteto en la cancha debe moverse en armonía. No hay una coincidencia única entre el atacante, el oponente y el defensor. Mi posición varía en relación con las elecciones de la pared. En estos aspectos entendemos más que nunca cuánto el voleibol es un juego de equipo. Eso sí, luego hay atacantes muy fuertes que pasan por encima de las manos de sus compañeros en la primera línea: esos balones son realmente complicados de defender”.
¿Cómo estudias a tus oponentes?
“A través de una interminable serie de videos. Trato de entender las trayectorias de ataque y, en consecuencia, las posiciones que debo mantener. También es importante analizar detenidamente cómo gestionar la línea de defensa en las líneas contrarias”.
¿Es más complicado para ti una recepción perfecta o una nutrición adecuada?
“La nutrición nunca ha sido un gran problema. No tenemos restricciones excesivas a este respecto. Los que llegan a A1 suelen tener un camino detrás de ellos durante el cual han sido educados sobre lo que es correcto comer y lo que es mejor evitar. También nos controlan a intervalos regulares sobre el peso y la masa muscular. Si algún deportista necesita ayuda, hay profesionales dispuestos a atender las solicitudes”.
¿Tu dieta cambia entre el día del partido y el resto de la semana?
“Cuando tengo un partido de liga o copa suelo comer arroz blanco y pollo. Pero incluso durante la semana no tengo demasiadas variaciones sobre el tema. Admito que no soy un buen cocinero. Vivir solo no estimula la experimentación. Las pocas veces que me dedico a la actividad en la cocina, sin embargo, la disfruto. Los resultados finales, por desgracia, dejan algo que desear”.
Tener más atención de los fanáticos porque es una chica hermosa, ¿qué efecto tiene en su juego?
“Afortunadamente soy muy ingenuo desde este punto de vista: no siento los ojos de la afición sobre mí. Vivo esta situación con serenidad: no me afecta. Después del partido, sin embargo, me complace sentir su cariño y corresponder con selfies y autógrafos”.
Hablando de acondicionamiento, ¿cómo te afectan los vítores desde las gradas?
“Siento claramente el empuje de nuestra audiencia cuando jugamos en casa. Es imposible no dejarse llevar por su apoyo, siempre intentando dar algo más. Afortunadamente, sin embargo, cuando estoy fuera logro aislarme, creando una especie de burbuja que me aleja de la presión que ejerce la afición contraria”.
13 de octubre de 2022 (cambio 13 de octubre de 2022 | 11:58)
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