Tres meses después de saltar desde un puente, Tim Van de Voorde (32) se despidió. Su urna ahora está en casa con su madre Gina, quien lo vio pasar de ser un niño alegre a un hombre atormentado. Estuvo desaparecido en el agua durante meses. “Sus músculos y sus tatuajes, ese era su escudo contra el mundo. Pero debajo de esa armadura había un niño eterno, un Peter Pan”.
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