El veredicto en el juicio de Leipzig contra Gil Ofarim por difamación, falsa sospecha, falsa declaración jurada y fraude procesal no se conocerá antes de la primera semana de diciembre. Pero ya después de las declaraciones de los dos primeros días del juicio, los frentes parecen aclararse.
El personal del hotel describe un sistema general de caos debido a dificultades técnicas con el sistema de reservas. Un estado de agitación frenética en el que se dice que Ofarim actuó como una gran celebridad.
Por otro lado, todavía existe una acusación de antisemitismo por parte del director del hotel contra Ofarim. El grado de visibilidad de la cadena decorativa con la estrella de David en este incidente juega un papel importante en el veredicto.
Ahora, un testigo de 58 años que estaba en la larga cola de check-in en el Hotel Westin ha testificado que vio la Estrella de David.
“No se había abierto la chaqueta antes”, dijo el testigo. “Hasta que mi colega y yo recibimos nuestras tarjetas de habitación, miré la estrella. Estaba colgado de una cadena un poco más larga”.
Este testigo también confirma que Ofarim expresó su descontento durante la tensa situación de espera porque se permitió la entrada a tres de los invitados habituales de la casa. Según el testigo, amenazó con “lanzar una bomba” en la recepción.
El director del hotel inicialmente acusado habló el martes (7 de noviembre). Negó cualquier culpa por haber proferido insultos antisemitas al ahora acusado Gil Ofarim. Según él, Ofarim amenazó con “decirle al mundo entero que era un hotel de mierda, donde se daba prioridad a otros huéspedes”.
Debido a este comportamiento VIP agresivo, habría retirado la confirmación de registro del huésped Ofarim para su habitación.
Un colega de 25 años que estaba en ese momento “de contraataque” también confirmó la “exasperación” general de Ofarim. También la amenazó con una publicación furiosa en las redes sociales.
El propio Gil Ofarim hasta ahora ha guardado silencio ante el tribunal. Antes de que comenzara el juicio, anunció en una entrevista que mantendría su versión de la historia de que había sido objeto de insultos antisemitas en el hotel Westin a causa de su collar de la Estrella de David. Sin embargo, su propia defensa ya se alejó de la dureza de la “versión Estrella de David” que alguna vez se rumoreó.
La fiscalía, por su parte, supone que el cantante se inventó el incidente ocurrido en el vestíbulo del hotel hace dos años porque tuvo que esperar demasiado para registrarse y estaba extremadamente molesto porque permitían la entrada a otros huéspedes.