El portero del Augsburgo, Rafal Gikiewicz, se siente incitado por las provocaciones de la afición contraria.
“Necesito el estado de ánimo negativo, el silbato y la atmósfera del estadio. El estado de ánimo, negativo o positivo, simplemente me da buena energía y poder”, dijo emocionado el portero del equipo de fútbol de la Bundesliga al canal de televisión “Sky”.
Gikiewicz, que salvó las victorias de FCA contra Leverkusen, Bayern y Schalke esta temporada con atajadas sólidas en el tiempo, es conocido por su comportamiento audaz en el campo. Ante el Bremen se enredó con la afición tras un penalti atajado, en el Schalke el Polo chocó con el delantero Simon Terodde.
“Después del penalti en el último segundo en Bremen, solo quería escuchar un poco más de pitidos. Por supuesto que fue un poco un espectáculo. Pero personalmente no insulté a nadie y soy así”, explicó. 34 años de edad en retrospectiva. Gikiewicz necesita ambiente en el estadio. “También sentí que no soy realmente Gikiewicz el año pasado cuando llegó Covid y jugamos sin fanáticos”.
Finalmente, el cancerbero detuvo un muslo inyectado en sangre. En el empate ante el Wolfsburgo, Tomas Koubek sustituyó en la portería al número uno del Augsburgo. Todavía no estaba claro el viernes si Gikiewicz estaría de vuelta entre los postes en Colonia el domingo (15:30).