Ryan Giggs ha dimitido este lunes como entrenador de la selección nacional de Gales. El exjugador del Manchester United se queda con el mérito. Llevaba mucho tiempo fuera de acción tras ser acusado de agredir a su exnovia y a su hermana.
En ausencia de Giggs, quien niega todos los cargos, Gales logró clasificarse para la Copa del Mundo a finales de este año en Qatar. El equipo jugó recientemente en la Liga de las Naciones contra Holanda.
«Fue un honor ser el entrenador del equipo nacional de Gales», dijo Giggs en un comunicado. «Pero dadas las circunstancias, tengo que irme ahora. El entrenador actual, los jugadores, todos han merecido prepararse lo mejor posible para la Copa del Mundo. Eso será difícil para mí».
Kate Greville, la exnovia de Giggs, presentó una denuncia el año pasado por presuntamente desalojarla de una habitación de hotel cuando acusaba al exjugador de fútbol de coquetear con otras mujeres. También se alega que la golpeó con la cabeza y también atacó a su hermana menor.
El galés jugó 61 partidos con Gales entre 1991 y 2007 y durante ese periodo también causó furor como mediocampista izquierdo en el Manchester United, con el que ganó 13 campeonatos nacionales y dos Champions League.