‘Gigante irlandés’ ya no se exhibe en museo de Londres por ‘inapropiado’

El esqueleto del siglo XVIII de Charles Byrne, un hombre que tenía un trastorno del crecimiento, ya no se exhibirá en el Museo Hunterian de Londres después de su reapertura. El director del museo cree que es inapropiado seguir exhibiendo el esqueleto, también conocido como el «gigante irlandés».

Byrne, nacido en 1761, fue tratado como un monstruo durante su vida debido a su sorprendente altura de 2,30 metros. El hombre, que tenía un trastorno del crecimiento, vivía en un pueblo de Irlanda del Norte. De adolescente se fue a trabajar a Escocia. Debido a su tamaño, rápidamente se encontró en el centro de atención. La gente se maravilló de su altura. Byrne empezó a ganar dinero promocionándose a sí mismo como «el gigante irlandés». Según una historia, Byrne incluso podía encender su pipa con las farolas de las calles de Edimburgo.

A la edad de 21 años terminó en Londres. Allí se convirtió en un punto de interés durante los espectáculos. La prensa lo llamó «el gigante viviente» y «el gigante irlandés resplandeciente». Lo que no sabían era que Byrne tenía una enfermedad. Byrne sufría de un trastorno del crecimiento no descubierto, causado por un tumor. El hombre gigante ganó un centavo bonito. Siempre llevaba consigo sus ganancias en efectivo. Las personas con malas intenciones sabían de esto. Un día le robaron y perdió todo su dinero. Murió dos meses después a la edad de 22 años.

Cirujano

El cirujano escocés John Hunter, que da nombre al Museo Hunterian, pagó por el cadáver del ‘gigante irlandés’. Según se informa, Hunter incluso quería pagar mientras Byrne estaba vivo, para estar seguro de que algún día tendría en sus manos el cuerpo sin vida de Byrne. Byrne había pedido explícitamente a sus amigos que le dieran una tumba de marinero. A petición suya, tuvieron que meterlo en una caja de plomo sellada y dejarlo en el mar. Sin embargo, Hunter pudo evitar esto y sobornó a los amigos de Byrne.

El esqueleto de Byrne se exhibió posteriormente en el Museo Hunterian de Londres, un museo de anatomía, en Leicester Square. En 2011 hubo una convocatoria en la revista científica ‘The British Medical Journal’ para dejar el esqueleto de Byrne en el mar, como a él mismo le hubiera gustado.

Después de todos estos años, la junta del museo ha decidido no permitir que Byrne se vea más en el museo. Sin embargo, no quieren darle una tumba en el mar, porque no hay evidencia escrita de esta voluntad. Byrne se mantendrá disponible para una mayor investigación.

El museo está actualmente cerrado por reformas, pero el Museo Hunterian reabrirá esta primavera.



ttn-es-3