Los hijos del exdelantero holandés siguen luchando por emerger y liberarse de la sombra de su padre. Después de Quincy, Rubén y el ex Giallorossi (ahora en Bournemouth), todas las “fichas” están puestas en el hijo menor, que crece visiblemente en la “cantera” del Barça
¿Mejorará en el cuarto intento? Con ello cuentan, y mucho, en la casa Kluivert, donde comienza de nuevo la “búsqueda de la emulación” que ya fracasó. El sueño de seguir los pasos de su padre, que ahora parece dejado de lado para Quincy y que hoy parece un espejismo para Rubén y Justin, ahora lo cultiva Shane, el pequeño de la familia, una joya de la cantera blaugrana ascendida. a categoría hace tres meses y fresco de primer contrato profesional. El gen futbolístico de papá Patrick, icónico bombardero oranje entre el viejo y el nuevo milenio, protagonista (entre otras) con las camisetas del Ajax, Milán y Barcelona, está presente en los cuatro niños nacidos entre 1997 y 2007, pero no Todos los herederos han expresado hasta ahora el mismo potencial y los mismos talentos que el ex prodigio de Ámsterdam.