El espectro de la insolvencia en las entregas de gas no ha desaparecido sino que se ha desvanecido. Diez días después del inicio del nuevo año térmico, se respira un (relativo) alivio para los grandes consumidores industriales conectados directamente a la red, como papeleras o fábricas de cemento: ya no existe el peligro inminente de paradas de producción vinculadas a la falta de renovación de los contratos de suministro.
El veredicto, en cambio, sigue pendiente para las comercializadoras de energía, que suministran gas (y muchas veces…